Conseguir lo último en cosmética, rápidamente, y al mejor precio, parece ser la filosofía de los famosos beauty dupes. Estos productos son parecidos a otros que no se han lanzado aún o que simplemente se han agotado. En teoría tienen una calidad similar a los originales, pero generalmente son más económicos o más fáciles de conseguir.

Ser el primero, en cuanto a modas se refiere, es una máxima para cualquier fashion victim que se precie. Los beauty dupes siguen esa corriente, no son siempre productos con unas cualidades garantizadas, pero están recomendados por los influencers y parece que eso basta para los consumidores actuales. En el pasado, este tipo de cosméticos no gozaban de las confianza de los compradores potenciales, pero las cosas han cambiado.

La inmediatez se impone, y el cliente quiere ser el primero en probar las últimas tendencias, también en maquillaje. Pero los precios de una buen producto no están siempre al alcance de todos los bolsillos. La copia de una barra de labios muy demandada o de una brocha de calidad parece ser la solución para muchos de estos consumidores.

Los 'beauty dupes' no son siempre productos con unas cualidades garantizadas, pero están recomendados por los 'influencers' y parece que eso basta para los consumidores actuales.

Hay una auténtica fiebre en las redes. Instagram, Pinteret, You Tube y Snapchat acumulan millones de entradas, tutoriales e imágenes sobre estos productos. Amazon y eBay se frotan las manos. En estas plataformas se venden los beauty dupes con un notorio éxito. Gozan de especial atención las ediciones de maquillaje limitadas o lanzadas por la estrellas mediáticas del momento, que suelen agotarse tan rápidamente como aparece la copia para ocupar su lugar. De igual modo, tan pronto como una marca anuncia un producto de belleza que va a calar entre las preferencias del mercado, nace un beauty dupe que se anticipa.

Las marcas que crean estos equivalentes en cosmética saben como posicionarse en las redes sociales, conocen la influencia de opiniones de las suscriptoras y el poder que ejercen sobre las modas. Saben que un cliente no quiere esperar, que persigue una satisfacción inmediata, y aprovechan ese nicho de mercado creando productos sugerentes y apetecibles.

No es de extrañar que grandes marcas de belleza se interesen por adquirir estas firmas más pequeñas, aunque muy exitosas, para incluirlas en su corporación. El negocio está servido.









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