Hacerse un peeling corporal con un puñado de azúcar y medio yogur o ponerse una mascarilla de clara de huevo y miel no es un gesto tan inofensivo como pudiera parecer a priori. De ahí nuestro alegato, desde siempre, pero ante la cosmética en casa, aún más, en favor de la estética profesional, quienes verdaderamente saben, están preparados y formados para prescribir y realizar los tratamientos cien por cien efectivos y comprobados en materia de piel.
No por mucho madrugar amanece más temprano, reza el dicho popular. Pues lo mismo pasa con la cosmética 'natural', que no por hacértela en casa lo es más, todo lo contrario. Natural no es sinónimo de seguro. "Los productos naturales, incluso alimentos que forman parte de nuestra dieta habitual, pueden provocar alergias e irritaciones aplicados sobre la piel". Pedro Catalá, fundador de Twelve Beauty, farmacéutico y cosmetólogo, nos cuenta todo lo que hay que saber sobre los peligros de la cosmética DIY (do it yourself).
Desmontando el DIY
No tan inofensivos como parecen los cosméticos DIY (do it yourself) pueden acarrear graves consecuencias para nuestra piel y nuestra salud. Pedro Catalá enumera algunos de los ingredientes más comunes y cómo y por qué pueden resultar peligrosos.
ZUMO DE LIMÓN.
Se utiliza como blanqueante habitual, pero tiene un pH tan ácido que puede alterar el film protector de la piel. Si te expones al sol con restos de limón en la piel podrías sufrir además una reacción alérgica.
CLARA DE HUEVO.
Conocida y usada por su efecto tensor. Se nos olvida que en la clara cruda se puede encontrar La bacteria responsable de la salmonela. Si ésta entra en contacto con las mucosas o es ingerida accidentalmente, las consecuencias podrían ser nefastas.
CANELA EN POLVO.
Mucha genta la utiliza como exfoliante natural y es cierto que tiene propiedades vasodilatadoras, pero aplicada cerca de los ojos puede provocar una fuerte irritación.
PASTA DE DIENTES.
Es un clásico recurrir a ella para secar los granos. Sin embargo, además de secar la piel de alrededor, altera el pH de la piel y provoca sequedad y picor.
BICARBONATO.
Se utiliza añadido a mascarillas caseras o como exfoliante. No es nada inofensivo. Su pH, extremadamente alcalino, hace que proliferen infecciones por un determinado tipo de bacterias. El primer síntoma es una irritación muy molesta.
AZÚCAR.
Toda aquella mezcla que lleve azúcar provoca arañazos microscópicos sobre la piel y daña la barrera protectora.
MIEL.
Muy habitual en los recetarios de belleza, proporciona a la piel es escenario perfecto para que las bacterias proliferen rápidamente.
ACEITE DE OLIVA.
Hay que evitarlo si e tiene la piel grasa o tendencia al acné ya que es muy oclusivo.
LAVANDA.
El aceite esencial de lavanda es uno de los más utilizados para perfumar nuestras fórmulas caseras, pero puede provocar híper pigmentación por su elevado contenido en cumarina.
ALCOHOL.
En los últimos años han proliferado las tiendas on-line que venden en pequeñas cantidades ingredientes cosméticos y destilados florales para que podamos "jugar a los químicos". Hay que tener especial cuidado. Para la extracción de la mayoría de las plantas se utiliza alcohol, y aunque sea de origen natural, siempre reseca la piel.
AGUA.
Es el medio más adecuado para el desarrollo de microbios, y cuanto más agua lleve nuestra receta, más probabilidades habrá de que presente contaminación microbiana.
Asepsia por favor
"No podemos comparar las condiciones higiénicas que hay en un laboratorio con la de nuestras cocinas. Para formular y mezclar se requiere que todos los instrumentos estén completamente desinfectados para reducir el riesgo de contaminación. Se pueden utilizar guantes y limpiar con alcohol etílico cada herramienta que se vaya a manipular. Pero por mucho cuidado que se tenga, siempre habría que recurrir a un conservante para mantener nuestra receta estable en el tiempo”, declara Pedro Catalá. Es curioso cómo prestamos especial atención, a veces desmesurada en algunas áreas y casos referidas a nuestro trabajo y rutinas diarias y sin embargo, nos descuidamos a la hora de tomar como ciertas 'recetas' encontradas al azar por aquí y por allá sin ningún rigor científico.
Usar y tirar
Guardar para mañana no es una opción. Una cosa es hacerse una mascarilla capilar de un solo uso y otra guardar en tarros las mezclas. Un remedio casero mal preparado o mal conservado no solo es ineficaz sino peligroso. La ausencia de conservantes puedo provocar, por ejemplo, que un ingrediente que actúe como antioxidante sobre la piel se convierta en un pro-oxidante que favorezca el envejecimiento cutáneo.
"Atención especial merecen los productos a base de aceites vegetales y mantecas, que presentan el problema de la oxidación. En contacto con la luz y el aire pueden degradarse dando lugar a unos compuestos llamados radicales peróxidos, que pueden poner en peligro la salud de la piel”, no se cansa de advertir, este especialista, Pedro Catalá, que de un tiempo a esta parte viene desmotando los mitos de la belleza más convencional.