Tratar la piel sensible y/o reactiva es una de las principales inquietudes de la industria de la cosmética. Esta característica, que cada año va en aumento, es difícil de diagnosticar y está muy ligada a factores internos como el estrés, la predisposición genética, la alimentación o los desajustes hormonales.
En cualquier caso, es una alerta para el cuerpo que le advierte de lo que no le conviene. Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de la firma española natural Alice in Beautyland explora los entresijos de las pieles sensibles.
El ejercicio, una buena hidratación interior y el consumo de una dieta rica y variada con alimentos frescos intervienen de forma muy significativa en la salud de la piel."Si observamos la respuesta de la piel ante cualquier tipo de estrés emocional o físico como un desafío, podemos cambiar la percepción de la reactividad como un indicador de alerta sobre algo que no es bienvenido en nuestro cuerpo. Así, una piel sensible también puede ser toda una ventaja". Eva Raya.
¿Sensible o reactiva? Las dos cosas
"Una piel sensible es difícil de diagnosticar medicamente ya que no presenta signos clínicos cuantificables. Presenta síntomas con factores de malestar subjetivo como picor, tirantez, escozor o sequedad, que a veces se manifestan visiblemente en hinchazón, rojeces, descamaciones o eccemas. Este tipo de piel puede derivar o vincularse clínicamente a distintas afecciones; como rosácea, psoria- sis, acné, dermatitis atópica, dermatitis seborreica o eccema de contacto. Por lo general, son pieles con una respuesta neurosensorial alterada o con una barrera hidrolipídica más fina, más permeable, propensa a la penetración de elementos y a la evaporación de agua", explica Eva Raya.
Estrés, alimentación, hormonas... La importancia de identificar la raíz del problema
"Existen una gran variedad de factores: predisposición genética, desajustes hormonales, falta de sueño, alimentación, el efecto de algunos fármacos, el estrés... Por experiencia propia damos especial importancia al estrés y sus consecuencias, teniendo en cuenta los estudios realizados en los últimos años".
"La psicodermatología es la especialidad médica encargada de estudiar la relación entre mente-piel. Nuestra piel reacciona más de lo que imaginamos ante distintas situaciones emocionales".
Los enemigos de la piel sensible
"Hay que vigilar nuestros hábitos. Por ejemplo, si tendemos a tocarnos la cara con frecuencia sin darnos cuenta ante una situación de estrés, podemos llegar a provocar una infección como el acné. Evitar también lavarnos la cara con agua caliente, tener cuidado con los peelings, exfoliantes y tratamientos con láser, y prestar especial atención a la caducidad de los cosméticos o a la mezcla de distintos productos no compatibles, ya que causan muchas reacciones en pieles sensibles".
'Existen tantos tipos de sensibilidad con características tan particulares, que no existen productos universales o rutinas iguales para todo el mundo, pero sí podemos tener en cuenta algunos aspectos generales', explica Eva Raya."En cuanto a agresores externos, los cambios bruscos de temperatura, las temperaturas excesivamente frías o calientes, la polución, el exceso de sol o los lugares con una climatología muy seca, agreden a todo tipo de piel, especialmente a las más sensibles".
Atención a los componentes de algunos productos de belleza
"Jabones agresivos o productos con exceso de alcohol, pueden alterar el manto hidrolipídico natural de la piel. En este sentido, mejor evitar maquillajes tipo waterproof que requieren de limpiadores especiales. El oxicloruro de bismuto, que da un aspecto perlado a los maquillajes, suele ser bastante irritante y oclusivo para algunas pieles, y puede provocar escozor en los ojos cuando está presente en productos como delineadores o máscaras de pestañas.
Algunos conservantes o el exceso de perfumes químicos o naturales pueden aumentar el número de alérgenos de forma considerable. Y emulsiones muy ácidas o alcalinas, el retinol o los protectores solares químicos tampoco son los mejores amigos de las pieles sensibles".
Los aliados de las pieles sensibles
"La sensibilidad cutánea puede ser permanente o episódica. Cuando aparece una molestia considerable o una afección visible hay que acudir a un dermatólogo para intentar determinar la causa y tratamiento si así lo requiere. Existen tantos tipos de sensibilidad con características tan particulares, que no existen productos universales o rutinas iguales para todo el mundo, pero sí podemos tener en cuenta algunos aspectos generales".
"Este tipo de pieles requieren de una buena humectación para que la barrera cutánea pueda hacer su función natural. Productos con ingredientes hidratantes, emolientes, suavizantes y antioxidantes contrarrestarán la evaporación de agua, ayudarán a fortalecerla y mantenerla sana y flexible".
"El ejercicio, una buena hidratación interior y el consumo de una dieta rica y variada con alimentos frescos intervienen de forma muy significativa en la salud de la piel".
"El sol es fundamental para la asimilación de vitamina D, pero su exposición siempre ha de ser de forma moderada y con precaución. La protección solar física es la mejor opción".
Las fórmulas naturales de Alice in Beautyland estás diseñadas específicamente para pieles sensibles. Las más recomendadas son:
- Crema hidratante 24h Make my Day.
- Limpiadora Cleanse Me (uso mañana y noche).
- Base de maquillaje mineral Beauty Me.
- Colorete Blush Me.