Aunque la radiación solar no solo existe en verano, cuando se acerca la época estival es cuando más nos acordamos de ella.
La radiación que alcanza la superficie terrestre lo hace en forma de rayos ultravioletas (UVB y UVA), la intensidad de los primeros varía en función de la hora del día y de la estación, siendo la más intensa a mediodía y en verano. Tienen más energía que los UVA, pero penetran poco en la piel, por lo que son los causantes a corto plazo de las quemaduras y a largo plazo de cánceres por alteración de genes.
Todas las pieles no son iguales frente al sol, el secreto está en conocer los límites de cada una y utilizar inteligentemente una crema solar adecuada para cada fototipo.Por el contrario, los rayos UVA están presentes durante todo el día, por lo que, aunque tengan menor energía, la radiación que nos llega es cien veces mayor. Penetran más profundamente en la piel, sus efectos son acumulativos y son responsables del envejecimiento cutáneo por rotura de fibras, así como alteraciones y cánceres en la epidermis. Además, dentro de los UVA podemos encontrar dos tipos, los cortos, que actúan de forma similar a los UVB, creando daños en los genes del ADN y los largos, que transforman el oxígeno molecular en radical libre, una forma tóxica que ataca el ADN.
En definitiva, el cáncer provocado por la radiación solar (UV), se debe a daños directos sobre el ADN celular y a daños indirectos provocados por la formación de radicales libres. En estos casos, el ADN sufre lesiones y mutaciones, de manera que las células con el ADN dañado se reproducen y se agrupan con la misma alteración. Afortunadamente, nuestro organismo posee sistemas de defensa que permiten detectar estas mutaciones y corregirlas, como la producción de melanina o la muerte celular. Pero además del cáncer, exponerse demasiado al sol produce deshidratación, rotura de fibras de colágeno, elastina y reticulina y con todo ello, envejecimiento de la piel.
No obstante, la exposición al sol también aporta beneficios, como la absorción de vitamina D. Sin embargo, todas las pieles no son iguales frente al sol. El secreto está en conocer los límites de cada piel y utilizar inteligentemente una crema solar adecuada para cada fototipo.
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Los solares de Tegoder Cosmetics son una línea de alta cosmética que combina ciencia y naturaleza para el cuidado de la piel de rostro y cuerpo. Tegoder ha creado una línea de tratamiento solar de vanguardia, formulada fundamentalmente para proteger el ADN celular de las agresiones externas producidas, principalmente, por la radiación solar. Es ideal para todo tipo de pieles, inclusive las más claras y sensibles. Además de proteger la piel de las radiaciones solares, todos los productos tienen una función extra (antiarrugas, hidratantes, reafirmantes, etc). Entre los más diferenciadores destacan:
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