Si los ojos son las ventanas del alma, nuestros rostros son las puertas del mundo. Cada día, el rostro absorbe todo lo que le rodea, empezando por el maquillaje y el protector solar que aplicamos antes de salir de casa y terminando con los (desafortunados) residuos y contaminantes que recogemos por el camino.

Es posible que ya sepas que el limpiador es el primer paso imprescindible en tu rutina de cuidado de la piel. Y, si eres fan de Dermalogica desde hace tiempo, ya sabes lo mucho que les gusta la doble limpieza. Pero, ¿y si supieras que hay un nuevo limpiador en la ciudad, un limpiador único que puede eliminar la acumulación de todo un día? Sigue leyendo para saber más sobre Oil to Foam Total Cleanser.

Por qué es importante limpiar

Tanto si te gusta maquillarte por completo como si eres más de las que prefieren una piel más natural, nuestros rostros acumulan capas de impurezas cada día. Maquillaje, protección solar, suciedad, exceso de sebo y contaminantes... son muchas las cosas que acaban en nuestro rostro mientras estamos en la calle viviendo nuestras vidas. El mejor limpiador ayudará a eliminar estas capas a la vez que nutre la piel.

Siempre hemos sido partidarios de la doble limpieza. Como su nombre indica, se trata de limpiar la piel dos veces: la primera para desmaquillarla y la segunda para eliminar los restos de maquillaje. Los limpiadores a base de aceite suelen utilizarse como primer paso, ya que disuelven fácilmente el maquillaje y la protección solar.

Dos veces más limpio, la mitad de tiempo

Oil to Foam Total Cleanser es un desmaquillante y limpiador todo en uno. Este limpiador transformador de aceite a espuma elimina el maquillaje, la protección solar y los restos de suciedad, al mismo tiempo que limpia la piel en un solo paso. ¿El resultado? Una piel ultralimpia y de aspecto saludable.

¿Pero sólo un paso, dices? Imposible. No lo es: un solo lavado elimina el maquillaje, la protección solar, la suciedad, el exceso de sebo y los contaminantes. Este lavado facial comienza como un gel-aceite dorado, que luego se transforma en una rica espuma con aspecto de nube. Con una infusión de aceite de espino amarillo, el gel-aceite disuelve las capas de maquillaje, sebo (grasa) y protector solar. Después de un poco de agua, la espuma con su prebiótico de origen vegetal elimina los residuos y las impurezas restantes. ¿El resultado? Una piel ultralimpia, ultrasaludable, suave y lisa al instante.









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