"Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante”.
Aldous Huxley, escritor británico (1894–1963).
Los europeos sucumben ante las falsificaciones. Y más los españoles que se multiplican por cuatro en cifra ante la compra de imitaciones con respecto a 2020, a pesar de los esfuerzos de distintas entidades y asociaciones por erradicar dicha costumbre.
En materia de perfumes y cosmética, además, la cosa se pone peor, porque la decisión de comprar una falsificación puede atentar contra la salud. Pero es que hay más, la mayoría de los usuarios reconoce que las falsificaciones sirven de apoyo a organizaciones criminales y arruinan negocios, destruyendo empleo.
Así que la última reflexión al respecto, y visto el panorama es el de empezar a potenciar consumidores responsables. Y para eso, se necesita educación y si es desde la base mejor. ¿Seremos capaces de darle la vuelta a la situación? Deberíamos, nos beneficiaría a todos, la industria, fabricantes, distribuidores, negocios y consumidores.
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