En los últimos tiempos se está imponiendo una nueva tendencia de maquillaje procedente de Japón que consiste en aplicar de un suave rubor en la zona alta de los pómulos y justo debajo de los ojos, junto con un tono pálido en el resto de la cara y un labial del mismo color que el rubor, o incluso más suave.
La técnica se conoce como Momoko, y su nombre procede de la estrella de la moda nipona Momoko Ogihara, una verdadera creadora de tendencias en el país del sol naciente.
Con multitud de ejemplos que se pueden encontrar en las principales redes sociales solo con hacer una pequeña búsqueda, incluyendo tutoriales paso a paso detallados, esta tendencia está llegando también a las pasarelas y a las páginas de las revistas de moda, pero no es tan fácil como parece. Para conseguir el efecto deseado lo más importante es aplicar una base translúcida y muy clara en párpados y boca, con lo que conseguiremos que los tonos del colorete y el lápiz de labios destaquen y conviertan los ojos en el centro de atención de la cara.
Se trata, en efecto, de una moda que tiene su base en el maquillaje de las geishas japonesas o incluso, en sus versiones más llamativas, de los actores del teatro kabuki y nace de la moda de las tribus urbanas más a la última, como las que se reúnen en el barrio de Harajuku, en Tokio. Pero ya forma parte de las fuentes de inspiración de los maquilladores, diseñadores de moda y trendsetters internacionales de más renombre.