La Unión Europea ha puesto en marcha un ambicioso plan para reducir la contaminación ligada a los microplásticos. El objetivo es reducir las emisiones al medio ambiente en un 30% para 2030. En última instancia, las nuevas normas[1] prohibirán la venta de microplásticos como tales, y de productos a los que se hayan añadido microplásticos a propósito y que liberen esos microplásticos cuando se utilicen. Según la Comisión Europea, esto evitará la liberación al medio ambiente de alrededor de medio millón de toneladas de microplásticos.

Los microplásticos se definen como partículas de polímeros sintéticos de menos de cinco milímetros que son orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación.

Prohibición de purpurina suelta y microperlas

Las primeras medidas, por ejemplo, la prohibición de la purpurina suelta a base de plástico y las microperlas añadidas a las formulaciones cosméticas, han entrado en vigor el 17 de octubre de 2023. En otros casos, la prohibición de venta se aplicará después de un período más largo (hasta 12 años para algunos productos cosméticos) para dar a las partes interesadas afectadas tiempo para desarrollar y cambiar a alternativas.

La prohibición inmediata de la purpurina suelta, principalmente de plástico y aluminio, pero también de las microperlas que se utilizan en la composición de productos cosméticos como los exfoliantes, se justifica por la disponibilidad inmediata de alternativas utilizables.

Evitar la liberación involuntaria de gránulos de plástico

Además, la Comisión Europea anunció el lunes 16 de octubre otras propuestas, esta vez dirigidas a los gránulos de plástico. La propuesta de Reglamento incluye la obligatoriedad de las mejores prácticas de manipulación para los operadores, la certificación y las autodeclaraciones obligatorias, una metodología armonizada para estimar las pérdidas, con requisitos menos estrictos para las pymes.

En la práctica, las empresas tendrán que realizar evaluaciones de riesgos para asegurarse de que sus operaciones están tomando las medidas adecuadas para evitar derrames. Si hay un derrame, tendrán que actuar rápidamente para contener las fugas y realizar operaciones de limpieza si es necesario.

En la práctica, las empresas tendrán que realizar evaluaciones de riesgos para asegurarse de que sus operaciones están tomando las medidas adecuadas para evitar derrames.

El texto propuesto será debatido ahora por el Parlamento Europeo y el Consejo.

De acuerdo con la institución, entre 52 y 184 mil toneladas de pellets se liberan al medio ambiente cada año debido a un mal manejo a lo largo de toda la cadena de suministro. La comisión espera que la propuesta reduzca la liberación de gránulos hasta en un 74 por ciento.

Contaminación ubicua

"Los microplásticos son omnipresentes y tenemos que detener la contaminación en su origen", ha dicho el comisario de Medio Ambiente de la UE, Virginijus Sinkevicius.

Persistentes, muy móviles y difíciles de eliminar de la naturaleza, los microplásticos se han encontrado en todo el mundo, incluso en los lugares más remotos, y en el cuerpo humano. Los riesgos relacionados con los altos niveles de exposición humana son motivo de gran preocupación.

[1] Reglamento (UE) 2023/2055 de la Comisión, por el que se modifica el anexo XVII del Reglamento (CE) n.º 1907/2006, relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias y mezclas químicas (REACH), en lo que respecta a las micropartículas de polímeros sintéticos.









Recomendamos