Le unen al mundo de la belleza estética y espiritual más de 30 años de experiencia. Su apuesta más firme: la teosofía, o lo que es lo mismo, el ser humano como un todo. Desde pequeña, Mercè Cantanyà quería ser enfermera, aunque luego estudió delineación, sin abandonar su pasión por la medicina y trabajando también la estética y cosmética profesional.
Su máxima: aprender para transmitir, y su puntal, esta ciencia llamada teosofía, ya conocida por los griegos. Posa junto a los libros que hablan de ella y que le ayudan a valorar siempre lo que es realmente importante de lo que no lo es, y a mirar a los demás y a uno mismo desde dentro hacia fuera. “No somos una cara con arrugas, tenemos esas arrugas como consecuencia de lo que hemos andado, de nuestras acciones, nuestra vida y la forma de afrontarla.” Por eso, sin duda, “las terapias alternativas, lo multidisciplinar, es el futuro”.

Beauty Market: ¿Su labor actual?
Mercè Cartanyà: La enseñanza y conocimiento de la teosofía. Soy responsable también de la dirección técnica de Biocosmetics.

B.M.: ¿Cúal es la relación de esta ciencia con la estética y la belleza?
M.C.: Hoy la esteticista profesional es también una ayudante de la salud. Las personas tememos en mayor o menor medida problemas emocionales. Trabajar con las energías y terapias nos da más herramientas para tratar no sólo el cuerpo, sino el alma y la mente.

B.M.: ¿Cómo se define Mercè?
M.C.: Hace unos años te hubiese contestado que madre. Ahora, creo que me puedo definir como una persona alegre que quiere, sobre todo, compartir esa alegría.

B.M.: Su mayor deseo...
M.C.: La paz universal.

B.M.: Una virtud...
M.C.: La verdad.

B.M.: Su mayor compromiso...
M.C.: El servicio a los demás (la teosofía).









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