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Aunque durante el año, la piel no presente ninguna reacción negativa, ya sea mixta, seca o grasa, con la llegada del verano y la aplicación de cremas solares "solemos constatar un incremento de alteraciones de la misma”, asegura Marina Rulló, experta en estética y fundadora de los centros RAME.

Se trata sin duda de uno de los temas que más preocupan, el del uso de cremas, brumas y aceites de fotoprotección y su previsible reacción frente al sol.

Por supuesto, dice Marina, "la protección solar es fundamental". Por lo que, "en ningún caso debemos plantearnos prescindir de ella. La clave reside en cambiar nuestra rutina de belleza y adaptar la obligada protección a su uso durante todo el año. Quienes nos dedicamos al mundo de la belleza no nos cansamos de repetir la importancia que tiene aplicarse día a día protectores solares, no solo en verano o frente a una exposición solar intencionada".

Marina Rulló es una mujer de naturaleza emprendedora que en muy poco tiempo ha logrado no sólo convertir a su primer centro de Lleida en referente del cuidado de la piel y la estética, el cual y en la actualidad ocupa nada más y nada menos que 300 metros cuadrados, con 15 cabinas y una larga lista de aparatos exclusivos de última generación, sino también llevar su nombre hasta Madrid, inaugurando un segundo centro en pleno centro de la ciudad.
A todo ello, une la creación de su propia línea cosmética, afirmándose así en la premisa que le guía: "La inquietud por querer hacer las cosas bien y ofrecer lo mejor, la cual me llevó a plantearme tener una línea propia de productos que, con los años, ha adquirido la fuerza y el respeto en el mundo de los cosméticos".

Por todo ello y más, queremos indagar en la cuestión del uso de cremas solares llegado el verano y la realación que existe entre este gesto y distintas reacciones cutáneas.

Beauty Market: ¿Es verdad que el uso de cremas solares incide negativamente en la piel propiciando la aparición de granitos y erupciones o similares?
Marina Rulló: En realidad, sucede que en la mayoría de casos se relaciona la aparición de granitos con el uso de estas cremas, cuando lo que realmente ocurre es que con las altas temperaturas se activan las glándulas sebáceas que producen ese acné.

B.M.: ¿Por qué entonces las cremas de protección solar parecen causar brotes acnéicos incluso en pieles secas?
M.R.: Muchos protectores solares presentan una textura oleosa con un efecto oclusivo que tapona el poro y una fórmula más densa que aporta un exceso de lípidos en la epidermis. De este modo, en casos de pieles normales crearán la aparición de falsos acnés incluso en invierno.

B.M.: ¿Qué tipo de crema solar debemos usar entonces?
M.R.: Es vital que su formulación esté libre de aceites ya que disminuye la base grasa del producto y evita el efecto oclusivo sin perder calidad en fotoprotección. Recomiendo utilizar cremas con ácido láctico ya que combaten el taponamiento del poro y regulan la queratinización.

B.M.: ¿Algún otro consejo para evitar la aparición de este acné?
M.R.: Es obligado que la piel esté perfectamente limpia antes de la exposición solar, la importancia de un rostro libre de células muertas será clave para la oxigenación del tejido, el destaponamiento de los poros y la correcta penetración del protector solar en nuestro cutis sin provocar una obstrucción que produzca dicho acné. Para casos concretos con esta alteración, el acné y aún utilizando un protector acorde a sus necesidades, siempre aconsejo al final del día limpiar la piel con un jabón depurador ya que de esta manera evitamos que la piel absorba cualquier resto de grasa que pudiera llevar la crema solar.

B.M.: ¿Y un cosmético imprescindible?
M.R.: Recomiendo, sin lugar a dudas, nuestro Jabón Depurardor Rame, tratamiento idóneo para aquellas pieles con un exceso de grasa que necesiten eliminar de manera rápida la aparición de impurezas ya presentes o evitar su aparición gracias a su efecto de limpieza que absorbe el exceso de grasa interno.

B.M.: ¿Qué le distingue a Marina Rulló como profesional de la belleza?
M.R.: Quizá mi pasión por crear nuevos protocolos, mezclar técnicas y tratamientos para que cada uno sea único, que es lo que ha llevado a que se nos reconozca.

B.M.: ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
M.R.: Me siento muy bien aquí, en el centro, con mi equipo, trabajando jornada a joranda para crecer cada día más.

B.M.: ¿Desde cuándo y por qué esta profesión?
M.R.: Desde que tengo uso de razón. Todavía recuerdo cómo con tan sólo 3 años se empezaba a crear esta realidad que es hoy, los centros RAME, de la mano de mi madre, Amelia, y con la compañía de la incondicional Mercè, que todavía trabaja con nosotros. Un proyecto con mucha ilusión y con todas las incertidumbres de lo que suponía abrir un negocio, pero aquí estamos.

B.M.: ¿La clave del éxito?
M.R.: Quizá, creo que el que desde entonces y hasta ahora mi objetivo ha sido siempre seguir creciendo como persona, profesional y empresa.