Hay una teoría que dice que la barra de labios es el mejor indicador de una crisis. Por ello las boutiques de belleza vuelven a ponerse de moda de la mano de marcas de lujo como Burberry y Christian Dior, que han comenzado una "cacería" de tiendas en el Reino Unido para vender sus perfumes y líneas de cosmética.
Según informa el diario The Independent, esta tendencia ha sido impulsada por el éxito de la primera beauty shop de Chanel en Covent Garden, Londres. La tienda abrió sus puertas como un pop-up store el año pasado, pero el grupo francés acaba de firmar un contrato de arrendamiento por 10 años.
Burberry, por su parte, tiene previsto incrementar las ventas de la línea de cosméticos. La firma británica volvió a tomar las riendas del negocio de las fragancias, al finalizar el contrato que tenía con Interparfums en diciembre pasado.
Para la presidenta ejecutiva, Angela Ahrendts, la línea de belleza permite que los clientes compren en Burberry sin tener que gastarse miles de libras.
En este contexto se ha presentado una shop in shop Burberry Beauty en su tienda insignia de Regent Street, en Londres. Se trata de un espacio que cuenta con una entrada independiente y que posiblemente se amplíe en metros cuadrados en un futuro muy cercano.
Dior, propiedad del conglomerado de lujo francés LVMH, también está en conversaciones con agentes inmobiliarios para encontrar un local en el que lanzar su primera beauty shop en el Reino Unido.