El fabricante de la innovadora tecnología de recuperación física que utiliza el tenista Rafa Nadal o los futbolistas del Barça, caso de Leo Messi, tiene nuevo dueño: Magnum Capital. El fondo de private equity que dirigen Ángel Corcóstegui, Enrique de Leyva y Joao Talone ha acordado la compra de Indiba, según indican distintas fuentes. Con esta inversión, Magnum da el relevo en la propiedad de la empresa catalana a otra gestora de capital riesgo, Minerva Capital, que tomó el control de la compañía en 2006 por 20 millones de euros.
La operación actual valora a Indiba en una horquilla de entre 55 y 65 millones de euros, según las mismas fuentes. Con este precio, Magnum ha conseguido imponerse en la puja a otros interesados en la adquisición de Indiba.
El acuerdo con Magnum pone el punto final a un proceso de de inversión que Minerva Capital inició el pasado verano. Fue entonces cuando la gestora que encabeza David N. Bendel contrató a Natixis Partners para asesorar en la venta de Indiba.
Se lanzó, así, a principios de agosto, una transacción que ha despertado el interés de varios candidatos. Todos, inversores financieros, tanto internacionales como españoles. Estos fondos han acudido a una puja -orquestada con carácter restringido- atraídos, sobre todo, por la posición de mercado que tiene el grupo catalán, y que ha ganado gracias a haber concebido innovadoras tecnologías que pueden ser aplicadas en áreas tan diversas como la belleza y el bienestar, la cirugía plástica, la fisioterapia y la rehabilitación o la medicina del deporte.
Historia de la empresa
Indiba se constituyó a principios de los años 80 en Barcelona y, en estos años, se ha hecho un hueco importante en la investigación, fabricación y distribución de aparatología para uso médico y estético. Luz pulsada, crioterapia, cavitación y presoterapia son algunas de las técnicas en las que están basados sus equipos. Pero, si destaca por algo, es por ser la empresa que inventó la primera radiofrecuencia destinada a los tratamientos por diatermia. El tenista mallorquín ha usado los métodos de radiofrecuencia de esta empresa.
Con esta inversión, Magnum da el relevo en la propiedad de la empresa catalana a otra gestora de capital riesgo, Minerva Capital, que tomó el control de la compañía en 2006 por 20 millones de euros.Sin embargo, la historia de Indiba no ha sido siempre de éxito. En enero de 2012, la sociedad solicitó la declaración de concurso voluntario de acreedores. Con fecha 16 de noviembre de 2012, se sometió a votación y fuer aprobado el convenio de acreedores, cesando los efectos de la declaración de concurso y la administración concursal.
Dicho convenio presentaba dos alternativas de pago, la primera de las cuales contemplaba una quita del 50% de la deuda y el resto a pagar en 5 años.
En noviembre de 2015, Indiba recibió un préstamo del fondo luxemburgués, Alteralias, para financiar sus inversiones, cubrir las necesidades circulante y refinanciar la deuda pendiente. Un crédito al Euribor más el 7,5%, con una comisión del 3% sobre el importe dispuesto, que actualmente asciende a 8 millones de euros.
Con presencia en más de 65 países, dispone de filiales en Francia, Italia y Estados Unidos y alianzas estratégicas con socios locales para Asia. La facturación de la compañía ronda los 20 millones de euros y el resultado bruto de explotación (ebitda) casi alcanza los siete millones, uno de los aspectos que más ha atraído a Magnum Capital Industrial Partners.
Con la entrada en Indiba, Magnum realiza la primera -y todo apunta que la única- inversión de 2017. Este año, la gestora de Corcóstegui, De Leyva y Talone se ha distinguido más por la actividad vendedora, ya que ha logrado materializar el traspaso de hasta cuatro participadas: Generis, Nace e Iberchem, inversiones del primer fondo de la gestora, y Orliman, del segundo vehículo. Además de Indiba, como última incorporación, su cartera está integrada por la portuguesa Vendap (alquiler de maquinaria), Eptisa Servicios de Ingeniería, Institut de Trastorns Alimentaris e Itasa (soportes siliconados).