Los ingredientes más sorprendentes de la cosmética

La madre naturaleza nos regala multitud de elementos muy beneficiosos para nuestro cuerpo, tanto para el interior como para el exterior. Durante toda la historia de la humanidad se han ido descubriendo estos ingredientes útiles, así como aquellos que eran más peligrosos, pero todavía nos queda mucho por descubrir y experimentar.

Y es que a veces, los activos milagrosos pueden aparecer en los lugares más insospechados. Sea gracias a un experimento deliberado o por simple accidente, la ciencia cosmética está repleta de descubrimientos de ingredientes que nunca habrías podido imaginar que fueran útiles para tu piel. A continuación te presentamos algunos que seguro te sorprenderán.

Semen de toro

Por muy desagradable que suene, el semen de toro se ha utilizado en algunos productos de lujo para el cabello, ya que al aplicarlo en forma de mascarilla se lograba un excelente efecto de hidratación y nutrición que dejaba la melena brillante y revitalizada. Sin embargo, al utilizar líquido seminal real, no creado en laboratorio, era esencial tratarlo antes con otros productos o congelarlo para eliminar su desagradable olor. Sus beneficios se generan por el alto contenido en proteínas del semen, que además son fácilmente absorbibles por el cabello estropeado y abierto.

Placenta

Existen muchos mitos sobre el uso de la placenta para conseguir la juventud eterna, aunque como en todos los mitos, hay cierta base verdadera. Muchísimos animales, incluso aquellos que no comen carne, ingieren la placenta después de dar a luz, ya que es una importante fuente de energía, algo muy importante después de un parto, así como de ciertas hormonas que calman el dolor.
En cosmética suele utilizarse placenta de oveja, o a veces de cerdo, para fabricar cremas faciales, tintes y tratamientos capilares. Su alto contenido en nutrientes, hormonas y factores de crecimiento hace que ejerza un potente efecto antiarrugas sobre la piel al nutrirla y fortalecerla desde el interior, además de proteger y revitalizar el cabello, reparando las zonas dañadas y disminuyendo su caída.

Veneno de serpiente y de abeja

De estos ingredientes estamos escuchando hablar bastante últimamente, aunque a veces se utiliza más como efecto chocante en la campaña publicitaria. Como con muchas otras cosas en nuestra vida, algo que puede ser potencialmente peligroso para nuestra salud se puede convertir en algo beneficioso si se utiliza en la cantidad adecuada. Estas sustancias son paralizantes, por lo que al aplicarlas sobre los tejidos, éstos se relajan y se estiran, creando un efecto antiarrugas en la piel muy similar al del bótox. También actúan con un efecto flash, ya que los resultados suelen ser visibles casi de inmediato y se atenúan con el paso de las horas, por lo que han sido muy utilizados por las famosas para sus ocasiones especiales (por ejemplo, Kate Middleton en su boda con Guillermo de Inglaterra).

Heces de ruiseñor

Otro componente que genera mucha repulsa en un primer momento, pero que ha sido una solución de belleza utilizada durante siglos. Las auténticas bellezas japonesas, las geishas, las utilizaban pulverizadas y mezcladas con agua y salvado de arroz para eliminar el olor, consiguiendo así una mascarilla que les dejaba el rostro suave y luminoso, con aspecto de porcelana. También utilizaban este producto los actores de teatro kabuki para eliminar los restos de su fuerte maquillaje, manteniendo saludable la piel. Estas heces tienen un alto contenido en urea y aminoácidos, que hidratan y uniformizan la piel, así como guaina, que ejerce un efecto blanqueante. Obviamente, la cosmética de hoy en día trata las heces antes de cualquier uso, sometiéndolas a luz ultravioleta para esterilizarlas y que sean seguras.

Escamas de peces

Si alguna vez has visitado un acuario, habrás podido observar los múltiples colores y destellos que los peces son capaces de generar. Por esa razón la industria de la cosmética ha decidido utilizar las escamas de los peces trituradas, algo que no tenía demasiada utilidad, para dar un toque de brillo extra a sus productos. Se suelen añadir a los esmaltes de uñas y a los pintalabios para añadir destellos y reflejos iridiscentes muy bonitos.

Terciopelo de cuerno de ciervo

Durante ciertas épocas de su vida, los ciervos jóvenes mudan la "piel" de sus cuernos de manera natural para dar paso a cuernos más grandes. Esta piel con tacto de terciopelo solía creerse que tenía propiedades para aumentar la energía, por lo que la tradicional medicina asiática la recetaba como afrodisíaco frente a la disfunción eréctil. Hoy en día se utiliza más en cosmética, ya que es una fuente muy rica en colágeno, por lo que nutre la piel y la ayuda a evitar el envejecimiento, además de ser el complemento perfecto para hacer crecer uñas y cabello más fuertes.

Baba de caracol

Otro ingrediente increíble que se ha popularizado mucho entre los productos cosméticos, son las secreciones viscosas del caracol, después de observar cómo estas babas eran capaces de reparar cualquier daño en el cuerpo o el caparazón del animal. Estas babas son muy ricas en colágeno y elastina, por lo que son útiles para reparar los daños de la piel y mantenerla así lisa y elástica. Muchas cremas antienvejecimiento incluyen ya este componente, pero también cremas antiacné y productos contra las cicatrices, además de utilizarse en tratamientos frente a muchas enfermedades cutáneas. En algunos salones de lujo incluso aplican la baba de caracol en bruto directamente sobre el rostro de sus clientes, dejando que un enorme caracol africano se pasee sobre su piel.

Cannabis

Dejando de lado cualquier duda moral, está claramente demostrado que el cannabis cuenta con un potente efecto paliativo sobre el dolor. En su uso tópico, el cannabis no altera la conciencia ni deja un efecto "drogado" en quien lo utiliza, si no que se limita a sus múltiples beneficios: ejerce una acción antiinflamatoria, regenera la piel y la deja reafirmada e hidratada. Para productos cosméticos se suele utilizar el aceite de cáñamo, que aporta a cualquier crema a la que se añada una gran cantidad de vitaminas, ácidos grasos y antioxidantes, perfectos para nutrir en profundidad la piel.

Médula ósea de pollo

Del pollo, como del cerdo, se acaba aprovechando todo, y su médula ósea no iba a ser menos. Esta sustancia contiene una alta cantidad de glucosamina, que aplicada sobre la piel ayuda a regenerar las células de la piel y a luchar así contra el envejecimiento. También tiene una eficaz acción antiinflamatoria, por lo que se puede utilizar para tratar muchos problemas dérmicos. Este ingrediente suele incluirse en cosméticos como coloretes y cremas hidratantes, aunque, por razones obvias, no se suele publicitar mucho.