"El secreto de un negocio es que
sepas algo que nadie más sabe".
Aristóteles Onassis, magnate,
comerciante y empresario griego, en su
época el hombre más rico del mundo
(1906-1975).
En 2018, la cifra de facturación de la exportación de productos cosméticos y perfumes españoles alcanzaba los 4.260 millones de euros, experimentando un crecimiento récord del 10%, con respecto del año anterior, según cifras de Stanpa. Tendencia al alza, corroborada en el primer trimestre de 2019, donde las exportaciones alcanzaron un total de 2.257 millones de euros.
La balanza a favor se mantiene desde 2006. España se sitúa, así, como el quinto mercado europeo, detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia y el 13º internacional de productos de belleza en la lista de principales mercados a nivel mundial, donde van por delante EEUU, China, Japón, Brasil, Alemania, Reino Unido, Francia, India, Corea del Sur, Italia, Rusia y México.
Vistas las cifras, la exportación por parte de las empresas, fabricantes y distribuidores españoles es a priori un buen negocio, el cual apoyan las instituciones, caso del ICEX. Pero sobre el cual, también se ha de estar muy bien informado. Algo necesario para acertar e identificar los mercados objetivos clave y emergentes donde colocar, y hacerlo bien, nuestros productos destinados al consumo y al servicio de otros países.
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