A raíz de la pandemia y durante encierros y cuarentena, las circunstancias y concepto de la belleza se ha transformado.
Hay nuevos caminos en traza y las oportunidades para la industria han de dirigirse hacia sus metas.
No es la primera vez que hemos hablado de un hecho que ha marcado la vida de millones de personas, hombres y mujeres, la mayor exposición a la luz azul de las pantallas. Al mismo tiempo y de modo paralelo, ha tenido lugar una reducción de las necesidades de protección de la piel redefinida por la exposición al sol, lo cual y sin embargo no ha servido para que el consumidor esté tan preocupado o más que antes por dicha protección, la que actúa contra los rayos UV.
Las nuevas expectativas para las marcas de cosmética que son oportunidades para el cliente
El último estudio de Alex Fisher, director asociado de Belleza y Cuidado Personal de Mintel, destaca las nuevas expectativas de los consumidores y las oportunidades para las marcas.
Así, Mintel relata cómo con el transcurso de 2020 se hizo inevitable utilizar cada vez más los ordenadores y dispositivos móviles para trabajar, hacer compras e incluso socializar. Pero esta exposición prolongada a la luz azul, en lo referido a la belleza, provoca daños en la piel y los ojos. Un estudio de Unilever expuso su efecto sobre nuestra piel, diciendo que 30 horas de exposición a la luz azul de los dispositivos como tablets, ordenadores y teléfonos móviles, pueden aumentar el nivel de inflamación en las células de la piel en un 40%. Este riesgo debe tenerse en cuenta, ya que los hábitos relacionados con las pantallas se ha generalizado y así va a continuar siendo.
De hecho, en los Estados Unidos, por ejemplo, el 67% de los consumidores piensa que los chats de video grupales seguirán siendo una forma popular de socializar después de que finalice el distanciamiento social. Y estos datos impulsan la innovación cosmética.
Protección contra riesgos externos, el skincare del futuro
En este panorama hay otro hecho muy significativo al que destacar por dicho motivo. Al hacer frente a la crisis sanitaria, los consumidores también quieren protección adicional contra bacterias y partículas externas. Esta expectativa, tal y como dice MIntel, debería durar y generalizarse una vez que se hayan aligerado las medidas sanitarias.
A su vez, la noción de protección contra la contaminación también sigue siendo pertinente, aunque salgamos menos. La preocupación al respecto es máxima por parte de los consumidores.
Según Mintel, en el Reino Unido, el 42% de los adultos están preocupados por el nivel de contaminación del aire al que están expuestos. Y sin embargo, en 2020, tan solo el 56% de los lanzamientos que contenían protección contra la contaminación eran productos para el cuidado facial; 11% eran productos para el cuidado del cuerpo, y 8% protectores solares, dos segmentos, estos últimos, para los cuales los consumidores esperan las mismas afirmaciones, es decir que protejan de la contaminación medio ambiental como parte de una visión holística de la belleza que desde la pandemia se hace más firme y expresa su reinado.
Protectores solares con beneficios adicionales
La protección UV añadida a los productos para el cuidado de la piel es un beneficio ideal en muchos países sobre todo donde las horas de sol se acumulan. Representa de hecho una gran parte de los lanzamientos del cuidado de la piel: 46% entre octubre de 2019 y septiembre de 2020. Y a pesar de los encierros en el interior, Mintel recomienda a la industria el diseño y comercialización de innovaciones centradas en productos solares con ventajas cosméticas, como la protección añadida también en el cosmético skincare, manteniendo un mensaje de protección básica, que es el que los consumidores quieren.
El lema es usar cosméticos que otorguen beneficios adicionales, directamente relacionados con la pandemia y que tras ella continuarán siendo demandados. En esta ocasión y sin duda, el más es más.