Dieciséis multimillonarios franceses y dirigentes de grandes empresas han suscrito una carta reclamando al Gobierno francés la instauración de una contribución especial que grave las rentas más caras a fin de preservar el modelo europeo amenazado por la crisis.
En la carta, los empresarios son conscientes de "habernos beneficiado de un modelo francés y de un contexto europeo al que nos sentimos muy vinculados y que queremos contribuir a preservar". Su solución para poder preservar este modelo pasaría por un aumento de la fiscalidad que evite la fuga de capitales o el aumento de la evasión fiscal.
Para recalcar su solidaridad con todos los contribuyentes, afirman que "en un momento en el que el déficit de las finanzas públicas y las perspectivas de agravación de la deuda del Estado amenazan el futuro de Francia y de Europa, en el momento en el que el Gobierno pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir a ello".
La carta la firman personalidades tan destacadas como Liliane Bettencourt y Jean-Paul Agon (L'Oreal), así como Christophe de Margerie (Total), Stéphane Richard (France Telecom), Frédéric Oudéa (Société Générale), Philippe Varin (PSA Peugeot-Citröen), Maurice Lévy (Publicis), Marc Ladreit de Lacharrière (Fimalac), Claude Perdriel (Nouvel Observateur), Jean Peyrelevade (Leonardo & Co France), Louis Schweitzer (Volvo y AstraZeneca) y Marc Simoncini (Meetic) y los máximos dirigentes de Accor, Danone, Orange, Air France-KLM, Areva y Veolia.
Esta es la lista de firmantes, pero a la iniciativa ya se han sumado otras personalidades del mundo empresarial francés, como Pierre Bergé (compañero sentimental del fallecido Yves Saint-Laurent), Michel Pébereau (presidente de BNP Paribas), Geoffroy Roux de Bézieux (presidente de Virgin Mobile), Henri de Castries (presidente de AXA), y Bertrand Puech y Patrich Thomas (gerentes de Hermès).