María J.Toca,
gerente del Grupo Velvet. Distribuidora de Professionails.

En el mundo de la estética y de la imagen personal constantemente nos estamos moviendo, parece como si la sociedad demandara más y más novedades con una voracidad muy alta. Hay cosas que son novedad y duran eso, lo que un descubrimiento o una curiosidad momentánea, a veces invertimos grandes sumas para luego sufrir al ver esas "modas" aparcadas en nuestros centros pero no en nuestras cuentas corrientes. Parece algo muy prosaico lo que expreso, pero mi doble función de profesional y empresaria me hacer poner voz a lo que callamos a veces en público pero reconocemos en privado.

En estos momento estamos asistiendo a un boom total, el mundo del estilismo de uñas, y lo llamo así con todo el sentido, ya que de eso se trata. Hemos visto uñas en épocas pasadas que nos hacían sonreír, solo un mal gusto o un deseo de notoriedad lo hacían soportable. Hemos visto decepciones en nuestros centros cuando después de horas de trabajo en una semana una clienta frustrada nos venía reclamando un mal servicio y unos defectos en sus uñas ostensibles. ¿Qué ha cambiado? Únicamente que algunas personas en un afán de perfeccionamiento han investigado, han trabajado calladamente en sus laboratorios personales para en estos momentos dar la respuesta que necesitábamos. Una perfección en unos productos, pero ante todo el cambio ha llegado en la formación de esta técnica. Y es que tenemos que acostumbrarnos a que nuestra mayor inversión vaya encaminada a la formación, eso no pasa de moda, no se pierde nunca.

En Velvet, con la homologación de Professionails impartimos estos cursos de estilismo en uñas, donde todo tiene cabida, el gel, el acrílico, la fibra de vidrio, el nail art, la pedicura fija... Todo un mundo para traer un nuevo negocio a nuestros centros, tenemos momentos de trabajo en baja, personal que está infrautilizado en algunos momentos, es hora de aprovechar el tiempo creando un nuevo departamento de estilismo de uñas antes de que avispados comerciantes vean el negocio y nos lo arrebaten como tantos otros.

Sólo una técnica depurada, una perfecta realización del trabajo, hará que nos llegue mucha gente que no se acercaba a los centros de estética por considerarlos elitistas o innecesarios. Constatamos en muchos momentos que personas que apenas cuidan su aspecto miman sus manos con deleite, a ellas tenemos que ir. Pero con la decisión de realizar un trabajo perfecto, con destreza y pulcritud, que nunca afecte a la uña natural, es nuestra base de operaciones, embellezcamos la naturaleza no la destrocemos.

Sólo una técnica depurada, una perfecta realización del trabajo, hará que nos llegue mucha gente que no se acercaba a los centros de estética por considerarlos elitistas o innecesarios.

Los sistemas de enseñanza a veces son pesados para el profesional, que tiende por considerarlo inútil. Vemos con pena que en muchos casos se ofrece gratis algo que se paga con creces, nunca una buena formación es gratuita y sencilla, luego los resultados hablan por si solos. Vemos el estilismo de uñas con una enorme esperanza, la rentabilidad es muy alta, con solo dos servicios mensuales amortizamos el curso, el material de practicas y los gastos que se derivan del aprendizaje, en un año, repito, con solo dos servicios mensuales. A la vez algo que debemos tener en cuenta es el mantenimiento constante de nuestro trabajo, las uñas crecen, necesitan los arreglos cada 25, 30 días, ¿qué servicio nos garantiza estas recidivas en los tratamientos? Pensemos que el cliente que llega a nuestros centros no sólo se arregla las uñas sino que ve nuestras novedades, el resto de nuestros servicios, lo tenemos en nuestro territorio cada mes, sin necesidad de invertir en publicidad, solo en formarnos, realizar un trabajo escrupuloso y preciso, con eso tenemos su fidelidad garantizada.

¡Qué servicio tenemos en los centros que lo iguale! Hagamos números, es tan sencillo como eso, informémonos bien, no tanto de los nuevos productos que tienen una calidad contrastada casi todos, como de la formación, del asesoramiento que ofrecen las diversas escuelas, y por favor, desconfiemos de los regalos, suelen salir enormemente caros.









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