En el mundo que nos ocupa, la belleza femenina, de las principales marcas de cosméticos, nos referimos a los top del mundo de las multinacionales, solo una está dirigida por una mujer.
Celebramos hoy y vamos a escuchar durante un tiempo los ecos de dicha celebración, la del Día de la Mujer, y no se nos ocurre mejor manera de aportar nuestro grano de arena, que revisando qué piensan las mujeres directivas y más importantes de la industria de la belleza de la diferencia entre hombres y mujeres en los puestos ejecutivos y en el desarrollo profesional y conciliación laboral en torno a la mujer y en contraposición al hombre.
Porque diferencias, existen, muchas y muy profundas, haciendo de la paridad una paradoja o al menos una quimera, por el momento.
A lo que se ha de añadir, por supuesto, que en la lucha está la sociedad en general y los gobiernos, algunos más que otros, para que la igualdad entre sexos sea algún día una realidad justa y en equilibrio, abandonando extremos e igualando la balanza.
Así lo manifiesta, Debbie Perelman, la única mujer directora de una gran marca de la belleza, en este caso Revlon, y desde hace menos de un año. Perelman dice que le gustaría "ver más mujeres en los altos cargos, pero también que alcancemos el punto en el que no tengamos que distinguir entre sexos. para que no sea una cuestión tanto de género como de capacidad".
La desigualdad además, afecta a cuestiones vitales, como lo es la diferencia salarial. Por ejemplo, y sin salirnos del sector de la cosmética y la belleza, traemos el caso de Tracey Travis, vicepresidenta ejecutiva de Estée Lauder y directora financiera que, según el informe de WWD, basado en la comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, recibe anualmente un salario base de 980.000 dólares, mientras que el director ejecutivo, William Lauder, percibe 1.5 millones al año.
En nuestro país, y según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), durante el año 2016, el salario anual más frecuente entre las españolas (de 13.500 euros al año) suponía tan solo el 77% del salario de sus compañeros varones (de 17.509 euros al año). Esto quiere decir que, por lo general, las mujeres cobraban un 23% menos que los hombres.
Está claro que algo ha de cambiar para conseguir la equidad.
En busca del nuevo modelo, mujeres emprendedoras
Otra de las mujeres al frente de un alto cargo en la industria de la belleza es Carol Hamilton, presidenta del grupo L'Oréal, quien asegura: "Es necesario implantar programas sofisticados que funcionen en favor de la igualdad". Como iniciativa de la propia Hamilton, L'Oréal inició un proyecto junto con Harvard dirigido a mujeres en cargos de poder para entrenarlas en aspectos como la negociación, redes de contactos o la solicitud de ascensos. Sin duda, un aspecto vital y en el que la mujer sufre graves carencias que parten de la base, efectivamente, es decir, de la educación recibida.
En España, podemos citar, siempre refiriéndonos a la lista de empresas más importantes y con mayor volumen de negocio a Verónica Fisas, al frente de la dirección del grupo Natura Bissé y que hace escasas fechas era nombrada nueva presidenta de Stanpa, demostrando la valía y capacidad de ejecución y mandato de la mujer.
Curiosamente, existe otra realidad paralela al mundo de las multinacionales. Se trata de la que conforman las mujeres que están creando sus propias empresas. Mujeres independientes que ponen en marcha sus propios negocios y marcas y triunfan.
Hay un nuevo modelo igualitario, el nacido de la mujer emprendedora en la industria de la belleza. Hay ejemplos muy claros.
Drunk Elephant es una empresa de cosmética en auge en Estados Unidos. Su fundadora, una mujer, Tiffany Materson. Drunk Elephant en tan solo cinco años, cosméticos si ningún efecto adverso para la piel, está en la lista de productos más vendidos de Sephora, con millones de seguidores en las RRSS.
Destacado caso es también el de Kylie Jenner, saga de mujeres triunfadoras y matriarcado sin lugar a dudas. Kylie es la creadora de Kylie Cosmetics, una línea de maquillaje que arrasa, lo mismo que Fenty by Rihanna.
Sólo tres ejemplos, hay decenas más, de mujeres empresarias que triunfan en el mundo de las cosmética, pero con sus propias marcas, alejadas de las férreas garras de los cuadros directivos y ejecutivos de las grandes multinacionales. Lo que nos demuestra que, hoy por hoy y tal como están las cosas, el emprendimiento en belleza, tiene premio.