"El agua es la fuerza motriz
de toda la naturaleza".
Leonardo da Vinci, polímata florentino
del Renacimiento italiano (1452-1519).
De todos es sabido que el agua es absolutamente fundamental para nuestra vida. Puesto que el cuerpo del ser humano está constituido por un 70% de agua, además de su ingesta, este elemento tiene muchas propiedades y es vital para tener un aspecto sano, tanto por dentro como por fuera.
Si bien no es nada nuevo, muchas veces olvidamos la importancia de la hidratación, por lo que reivindicar el uso del agua está más en boga que nunca. Por este motivo, son cada vez más las firmas de cosmética que centran los principios de sus productos en el agua como modo de regenerar, hidratar y proteger la piel. De hecho, la Academia Española de Dermatología y Venerología incide en la idea de que la mayoría de los cosméticos basan su composición en el agua, siendo esta el vehículo fundamental para conseguir efectos positivos en nuestra piel.
Pero su uso va más allá, puesto que este elemento es utilizado, ahora más que nunca, como arma terapéutica para diferentes enfermedades de la piel, que, según la AEDV, son tratadas con hidroterapia, a través de aguas termales o medicinales.
Los tratamientos con agua, en el centro de estética, ofrecen miles de beneficios. La epidermis descansa, se refresca, se protege y se calma, e incluso, el agua también sirve para fijar el maquillaje en la piel. Agua y belleza están unidas de por vida; tengámoslo en cuenta.
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