El Reglamento de la Comisión (UE) 2024/1328 del 16 de mayo de 2024 introduce restricciones adicionales sobre el uso de estas siliconas en diversas industrias, incluyendo la de belleza y cuidado personal. A partir del 6 de junio de 2026, D4, D5 y D6 no se podrán comercializar en concentraciones iguales o superiores al 0.1%.

Restricciones de uso

El octametilciclotetrasiloxano (D4) ya está prohibido en cosméticos desde el 1 de enero de 2022 debido a sus efectos disruptores endocrinos, por lo que las nuevas restricciones no afectan a la industria cosmética en este aspecto. El decametilciclopentasiloxano (D5) está limitado a un 0.1% en productos de enjuague desde el 31 de enero de 2020.

Además, se ha concedido un año adicional para que la industria cosmética cumpla con la nueva regulación, restringiendo D5 a un 0.1% en productos sin enjuague y D6 a un 0.1% en todos los cosméticos a partir del 6 de junio de 2027.

Se ha concedido un año adicional para que la industria cosmética cumpla con la nueva regulación, restringiendo D5 a un 0.1% en productos sin enjuague y D6 a un 0.1% en todos los cosméticos a partir del 6 de junio de 2027.

La Comisión Europea considera estas restricciones necesarias para abordar los riesgos ambientales asociados con el uso de estas sustancias, ya que los productos cosméticos son una fuente principal de liberación de D4, D5 y D6, que se acumulan en el medio ambiente.

Una familia de productos en el punto de mira

Las siliconas, polímeros compuestos por unidades repetitivas de siloxano, son generalmente seguras para la salud humana y no son irritantes ni alergénicas. Sin embargo, su uso ha sido criticado debido a su impacto ambiental, ya que son poco biodegradables y se acumulan en el entorno. Clasificadas como "sustancias persistentes, bioacumulativas y tóxicas" (PBT), las siliconas D5 y D6 han llevado a los proveedores a desarrollar alternativas naturales y biodegradables.









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