"Prefiero ser accionista de una
buena empresa que sólo propietario
de una mala".
Tristan Bernard, dramaturgo francés
(1866-1947).
La brasileña Natura &Co compra Avon y da paso al cuarto grupo puramente de belleza más grande del mundo. Por delante, L'Oréal, Unilever y Estée Lauder. Tras él, Procter & Gamble, Coty, Shiseido, Beiersdorf, LVMH y Johnson & Johnson.
La adquisición crea un poderoso grupo de excelencia en cosméticos, multimarca y multicanal con conexión directa con los consumidores. Juntas, las dos compañías, ocuparán una fuerte posición en la 'venta por relaciones' con más de más de 6,3 millones de 'representantes' y consultores de Avon y Natura, 3.200 tiendas, además de una creciente fuerza digital y más de 200 millones de consumidores en todo el mundo.
La belleza opta por la unión en contra de la sectorización. Lo que debe concitar el interés de las pequeñas y medianas empresas. Negocios de cosméticos, mayoritariamente de origen familiar, que deberán encontrar su lugar 'privilegiado' en un mercado que cada vez parece dejarles menos espacio para su expansión, pero sobre todo y más importante, para su propia supervivencia.
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