La arriesgada práctica ha adquirido popularidad entre las actrices estadounidenses. Por ejemplo, la actriz Shailene Woodley fue una de las primeras en apuntarse a esta nueva moda para perder peso. Confiesa haber utilizado el método de beber arcilla para perder algunos kilos y contaba así a los medios todos los beneficios de esta dieta: "He descubierto que el barro es genial porque tu cuerpo no lo absorbe y aparentemente suministra una carga negativa, así que se adhiere a isótopos negativos". Además la joven artista también defendió que este método también ayudaba a limpiar el organismo de metales pesados.

A pesar de que Woodley dijera que beber arcilla era su secreto para mantenerse guapa y joven, la comunidad científica alertó de los riesgos de esta práctica. Beber este tipo de roca sedimentaria es una costumbre que se lleva haciendo desde tiempos remotos en países como África que sufren de desnutrición.

Shailene Woodley y Zoe Kravitz.

También existen opiniones que defienden esta dieta ya que dicen que la arcilla tiene muchas cualidades curativas y su efecto desintoxicante ayuda a perder peso y eliminar la retención de líquidos. La última actriz que se ha subido al carro de beber arcilla ha sido Zoe Kravitz. La hija de Lenny Kravitz tuvo que utilizar esta técnica para adelgazar nueve kilos para una película en la que interpretaba a una anoréxica.
Zoe explicaba en la revista Us Weekly: "Terminé bebiendo arcilla, porque limpia tu cuerpo y te llena. Estuve mucho tiempo comiendo solo un tarro de puré de verduras al día y corriendo".

Respuesta de la comunidad científica

Muchas actrices tienen que recurrir a dietas como esta para poder adelgazar peso de forma rápida para interpretar algún papel, aunque ellas no tienen en cuenta el grave riesgo que tiene para su salud.

Tal ha sido la repercusión de esta práctica que la comunidad científica se ha visto obligada a presentar su objeción ante ella, alertando de sus riesgos. Ciertamente, ésta es una costumbre histórica en países del África donde se sufre desnutrición, pues el consumo de esta roca sedimentaria compensa la falta de metales en el cuerpo, como el zinc. No obstante, esta carencia no se da en los individuos que residen en países desarrollados y mantienen una alimentación constante, lo que puede generar una saturación del material en el organismo. Por ello son muchos los que se han opuesto a esta práctica.









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