La mujer de hoy vive en un mundo condicionado por el ritmo frenético de su rutina, donde aún no hemos vencido las cargas de los estereotipos.
Su experiencia está marcada por una constante negociación entre deseos personales y expectativas sociales, entre vulnerabilidad y fortaleza, y entre tradición y cambio.
Gracias a los movimientos feministas se ha avanzado notablemente en materia de igualdad, sin embargo, a nuestra sociedad le queda mucho camino por delante para poder alcanzar una conciliación real.
La psicología de la mujer moderna refleja no solo sus luchas y desafíos, sino también su crecimiento, adaptabilidad y la búsqueda constante de un sentido de propósito y satisfacción en un mundo en constante cambio. La comprensión de estas dinámicas es fundamental para abordar las necesidades de las mujeres y apoyar su desarrollo integral.
Consulta Despertares, referente en el sector de la salud de la psique, analiza en 7 claves el papel de ser mujer en el siglo XXI.
1. Asertividad y cambio: la mujer del S. XXI trabaja en su derecho de ocupar roles en la sociedad que van mucho más allá de perpetuar la especie y cuidar de la familia. La asertividad se manifiesta en la capacidad de expresar pensamientos, necesidades y derechos de manera clara y respetuosa. Esto refleja una mayor conciencia de la autoestima y el autorespeto, así como la reivindicación de un espacio en ámbitos tradicionalmente dominados por hombres.
2. Búsqueda de la identidad: ¿Es posible trabajar y criar? Cada una debe responderse a esa pregunta donde la autenticidad se ha convertido en un valor, de manera que refleja el verdadero yo, mis creencias y valores reales. Esto incluye la redefinición de la belleza, éxito y felicidad lejos de los estereotipos y expectativas impuestos socialmente.
3. Interdependencia o Independencia: las mujeres del siglo XXI navegan la tensión entre la búsqueda de independencia —autonomía financiera, profesional y emocional— y el valor de las relaciones significativas que no son excluyentes, sino complementarias.
4. Estrés y la Ansiedad: nos hemos deshecho del arquetipo de la mujer en casa pero sin darnos cuenta estamos estereotipándonos a la inversa: mujeres “todoterreno” con la idea equivocada de que están forzadas a conciliar la vida familiar y tener éxito laboral, ser emprendedora, exitosa y buena madre. Esto implica inevitablemente una dificultad real. Las mujeres enfrentan tasas significativas de estrés y ansiedad, producto de las múltiples demandas y roles que asumen.
5. Flexibilidad y valor: no se trata de buscar la conciliación entre la vida laboral y familiar, sino preguntarse si una misma busca esa conciliación o no. Muchas mujeres no desean ser madres, ni tampoco emparejarse con hombres. La psicología de la mujer moderna incluye la flexibilidad en los roles de género, moviéndose fluidamente en las nuevas configuraciones familiares y profesionales.
6. Nueva sexualidad: la mujer del siglo XXI reflexiona sobre sus gustos y necesidades personales lejos de la aprobación de los otros, la evitación del rechazo o de sentimientos desagradables como la culpabilidad, la tristeza o la angustia. La comprensión y expresión de su sexualidad evoluciona, con énfasis en la autonomía, el consentimiento y el placer, una ruptura con tabúes y restricciones históricas, hacia una exploración más libre y satisfactoria.
7. Activismo y Compromiso: sororidad en cuestiones de justicia social, derechos humanos y equidad de género marca la psicología de las mujeres actuales. Este activismo no solo se manifiesta en la esfera pública, sino también en elecciones personal.