La manteca de karité procede de los frutos del árbol de Karité (Vitellaria Paradoxa) que crece únicamente de forma salvaje en las sabanas de África Central y del Oeste. Son árboles majestuosos, fuentes de riqueza, respetados y venerados porque a su alrededor se genera una economía que garantiza la subsistencia de aquellos que trabajan. Todo es aprovechable desde las raíces, a la madera y sus frutos.
Pero su fruto más preciado es la manteca de karité; la sabiduría tradicional reserva su producción únicamente a las mujeres mediante un ritual que asegura la sostenibilidad y la disponibilidad de las nueces en el futuro: solamente se recogen los frutos maduros del suelo, señal inequívoca de que la naturaleza demuestra que es el momento justo de la recolección y se respeta el árbol para no dañarlo. Se lavan, trituran, tuestan y se baten a mano para separar la manteca del resto de componentes. Se filtra y obtiene el preciado bálsamo de la belleza de característico aroma y color marfil.
Las bellísimas antiguas reinas africanas ya usaban la manteca de karité. Se han encontrado restos de jarras hechas con madera de karité que contenían la manteca transportada por las caravanas desde África del Oeste hasta Egipto en la época de Cleopatra. También se conoce que la faraona Nefertiti la usaba para cuidar su piel y darse masajes, al igual que la Reina de Saba. Existen incluso leyendas en las que los guerreros se impregnaban con manteca de karité para evitar el efecto de las lanzas y otros objetos que les pudieran dañar.
En la actualidad, conocidas actrices, modelos y cantantes como Andrea Thomas o Rihana se han manifestado fans y consumidoras asiduas de la manteca de karité para su piel y cabello.
"La manteca de karité pura sin refinar es algo más que un cosmético natural -dice Carmen Navarro, directora de Maison Karité-. El cliente que recibe un tratamiento facial o corporal con Karité puro percibe sus efectos, su aroma natural, la sensación de bienestar y también recibe parte de la energía que le aporta la sabana africana y el árbol salvaje, las manos amorosas de las mujeres de entornos rurales que la preparan y la economía y sostenibilidad que genera a su alrededor".
La manteca de karité pura sin refinar se mantiene sólida hasta los 25-28 grados aproximadamente. Tiene un olor característico entre aceite de oliva y aceite de cacahuete y un color blanco-marfil. Si no tiene olor y su color es blanco significa que ha sido sometida a un proceso de refinado que le hace perder las excepcionales propiedades de algunos de sus ingredientes como el karitene, látex natural muy beneficioso para proteger la piel.
Para aplicarla debemos fundir un poquito en la palma de la mano y extenderla en la zona deseada; puede usarse sobre la piel seca o húmeda tras la ducha. Sus propiedades y ventajas de uso cosmético son numerosísimas entre las que podemos destacar:
Manteca de karité para la familia en general:
- Para hidratar, proteger, suavizar, dar flexibilidad y elasticidad a la piel de toda la familia.
- Para tratar rojeces, pieles sensibles y problemas dermatológicos leves: acné, irritaciones, dermatosis, psoriasis, picaduras de insectos o alergias cutáneas por su poder emoliente y cicatrizante.
- En la exposición al frío o el viento: evita y repara grietas en labios y manos.
- En caso de quemaduras leves: Emoliente, cicatrizante, antiinflamatoria.
- Mejora el estado de codos y talones agrietados o resecos.
- En el baño. Una cucharadita proporciona un baño hidratante y reconfortante.
Manteca de karité para mejorar el maquillaje:
actúa como una excelente base de maquillaje, ayuda en su
aplicación, mejora el resultado final de los colores y sus matices, sobre todo de las sombras de ojos.
Manteca de karité para los cabellos difíciles o quebradizos:
tratamiento antiencrespamiento, reparador y acondicionador de cabello y las uñas. De enorme ayuda para regenerar el cabello en casos de sequedad y cabello quebradizo, tras los efectos de la exposición al sol, el viento, la playa, la
piscina, los tintes o cualquier tratamiento agresivo con el cabello.
Manteca de karité para Premamás, Mamás y Bebés:
- En embarazadas y dietas de adelgazamiento, previene la formación de estrías.
- Recomendada para el cambio de pañal en los bebés.Piel irritada, dermatosis y sudaminas.
- Recomendada para la delicada piel del bebé y la mamá en cualquier zona sensible y zonas irritadas por las molestias de la lactancia como en el caso de las grietas del pezón. Descongestiva y antiinflamatoria.
Para los más dinámicos y deportistas:
- Protectora del viento y del frio durante el ejercicio y al aire libre.
- Protectora solar natural para el sol. Conserva y sublima el bronceado.
- Antes del deporte mejora el estado de músculos y articulaciones. Calienta y previene lesiones. Eficaz en casos de esguinces, torceduras, molestias y todo tipo de fatiga muscular.
Para los mayores de la casa:
protección e hidratación máxima de la piel de los más mayores que necesitan un cuidado especial por llevar pañal o estar muchas horas en la cama gracias a sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes en quemaduras, irritaciones, úlceras, llagas, pies infectados (1).
Manteca de karité para los adolescentes:
la manteca de karité no es comedogénica y ayuda en el cuidado de la piel de los adolescentes. Combate la piel grasa, acné, espinillas, forúnculos, ampollas, comezón, dermatosis y olores fuertes. Se recomienda aplicarla con la cara recién lavada con un jabón adecuado.
Manteca de karité para combatir el sudor fuerte y olor corporal:
el masaje o el baño con manteca de karité ayuda a aquellos con un olor corporal fuerte.
Fuente: Carmen Navarro, directora de Maison Karite S.L.
(1) IMPORTANTE: la manteca de karité es un remedio natural. No es un medicamento. Todas las indicaciones son aplicables a molestias leves. En caso de molestias persistentes debe consultar con su médico o un profesional acreditado. No sustituye a ningún tratamiento médico.