La empresa de consultoría y análisis de datos, Kantar, ha realizado una encuesta para analizar el impacto de la inflación y la economía actual en el interés de los consumidores por las prácticas sostenibles. Previamente investigó el impacto en el transporte, el consumo energético en casa y los niveles de preocupación económica. 

El incremento del coste vida genera cambios en el estilo de vida

Los hábitos de compra y el estilo de vida de muchos encuestados han cambiado en respuesta a la subida del coste de la vida. Por ejemplo, a nivel mundial, el 54% cocina más en casa, el 41% compra más productos reutilizables y el 39% afirma que utiliza más productos naturales que compran cerca de casa.

Los consumidores compran más a granel en los Estados Unidos (el 34% dice que lo hace más) que en los países europeos (por ejemplo, Alemania, con un 21%). Todas estas tendencias son más pronunciadas en las generaciones más jóvenes, con la excepción de la compra de comida rápida, que no están tan dispuestas a reducir. De hecho, este cambio se nota menos en la generación Z que en otros grupos de edad.

Con respecto a las preocupaciones por el coste de la vida, solo el 15-20% de los que compraron marcas respetuosas con el medio ambiente durante el último año dicen que no cambiarían estas marcas por una alternativa no 'eco-friendly' más barata.

Los encuestados de EE UU tienen menos tendencia a comprar productos más respetuosos con el medio ambiente (un 21% frente al 36% a nivel mundial). Los consumidores alemanes son menos propensos a decir que reciclan más ahora (un 21% frente al 36% a nivel global), pero quizás se deba a que las tasas de reciclaje ya eran altas en Alemania.

La propensión a adoptar todos estos hábitos es más alta para los encuestados con conciencia medioambiental. Y esta tendencia es aún más pronunciada para los hábitos que tienen un impacto ambiental. Un 58% de los encuestados con conciencia medioambiental afirman que reciclan más, frente al 34% de los consumidores sin conciencia. En cuanto a la compra de productos respetuosos con el medio ambiente, el porcentaje alcanza el 47 y 20%, respectivamente. Sin embargo, no se observa mucha diferencia entre los dos grupos con respecto a la compra de productos de segunda mano, ya que el 27% de los encuestados con conciencia medioambiental lo hacen más, frente al 20% de los encuestados sin conciencia.

Los consumidores priorizan el precio sobre la elección de marcas sostenibles

En cuanto a la compra de marcas respetuosas con el medio ambiente, el año pasado el 58% de los encuestados a nivel mundial dice que lo hizo con frecuencia para productos de alimentación, el 53% para productos de limpieza y detergentes, el 52% para productos de papel, el 27% para cosméticos y el 11% para productos para bebés. El 19% informa que no compra regularmente marcas respetuosas con el medio ambiente en ninguna de estas categorías; con un porcentaje más alto en el Reino Unido (34%) y los Estados Unidos (33%). Las generaciones más jóvenes tienden más a comprar al menos un tipo de marca respetuosa con el medio ambiente (solo el 11% de la generación Z no compró ninguna, en comparación con el 26% de los Baby Boomers). Como era de esperar, los encuestados con conciencia medioambiental son más propensos a adoptar marcas eco-friendly.

Con respecto a las preocupaciones por el coste de la vida, solo el 15-20% de los que compraron marcas respetuosas con el medio ambiente durante el último año dicen que no cambiarían estas marcas por una alternativa no eco-friendly más barata. Esto significa que entre el 80 y el 85% no están comprometidos con las marcas respetuosas con el medio ambiente y ya han cambiado de marca o lo considerarían.

Al comparar a los encuestados que tienen conciencia medioambiental con los que no la tienen, se observa una casi igualdad de proporción entre los consumidores que ya han cambiado a marcas no eco-friendly debido al coste de la vida y aquellos que no cambiarían.

Nota.
El término "encuestados con conciencia medioambiental" se utiliza para los encuestados que se califican a sí mismos con un 4-5 en una escala de 1 a 5 por ser "eco-conscientes en la práctica", mientras que los "encuestados sin conciencia medioambiental" son aquellos que se califican a sí mismos de 1 a 3.









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