Aunque existe desde hace décadas, el maquillaje mineral se ha puesto de moda hace unos años. El porqué reside en que es más natural que el tradicional. Ambos están compuestos de minerales, aunque el primero no contiene fragancias, colorantes ni tinturas sintéticas que pueden irritar la piel. El maquillaje mineral es más ligero de forma que la piel respira mejor. Con su irrupción se ha divulgado un utensilio idóneo para su aplicación: la brocha kabuki. Se deposita un poco de producto en una superficie, por ejemplo la tapa del maquillaje, y hundir en él una brocha chata y densa, de mango corto. Se efectúan movimientos circulares hasta que todo el maquillaje esté impregnado por toda la brocha. La kabuki es la ideal para esta tarea.

Orígenes vinculados al teatro japonés

En japonés, kabuki significa algo así como "el arte de cantar y bailar". El kabuki es un teatro japonés que aúna danza y drama. Los actores salen a escena con un maquillaje muy elaborado. Se emplea polvo de arroz para aplicar la base blanca sobre el rostro, conocida como oshiroi. A continuación se emplea el maquillaje kumadori con el que se trazan unas líneas o patrones con colores brillantes que simbolizan los diferentes aspectos del personaje interpretado. La brocha kabuki recibe el nombre de esta clase de teatro. Es lógico imaginar que las caracterizaciones de los actores y actrices se efectúan con esta herramienta.

La kabuki es una brocha de maquillaje gruesa, con un mango extracorto y muy poblada de cerdas. A simple vista, recuerda una típica brocha de afeitar masculina. La brocha kabuki es muy práctica debido a su formato. Por eso se puede llevar encima y usar en cualquier lugar.

Una brocha polivalente

Esta brocha se utiliza de forma habitual para fijar polvos sueltos, compactos y/o bronceadores, colorete, iluminador e incluso base de maquillaje, especialmente mineral. La kabuki es muy suave y antibacteriana, por eso es perfecta para mujeres de piel sensible. Las cerdas de la misma absorben muy bien el maquillaje, húmedo o seco, de la mayoría de los cosméticos.

Al tratarse de una brocha compacta, la kabuki recoge mucho producto de una sola pasada. Por eso se aconseja deslizarla por el mismo y a continuación dar un toque en el mango con el dedo. De esta forma, se elimina el exceso de cosmético. Después, se aconseja una pasada de polvos sueltos o compactos, con movimientos circulares, por todo el rostro. Así se eliminan brillos y se iguala el tono de la tez.

La kabuki no se ha creado al azar. Su forma abombada ayuda a aplastar el polvo que penetra, fácilmente, dentro de la brocha. El resultado es una cobertura uniforme y perfecta. El pelo corto de esta brocha facilita la aplicación de cualquier cosmético: desde polvos y/o coloretes a bases de maquillaje. Con la kabuki se obtiene un aspecto natural, sin imperfecciones. Eso sí, hay que saber usarla. Los excedentes de producto podrían enmascarar y convertir en artificial cualquier look.









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