Aunque inicialmente sacudido por la pandemia de Covid-19, el mercado global de la belleza se recuperó con fuerza y tuvo un valor estimado de 564 mil millones de dólares en 2022. También se espera que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta de casi el cinco por ciento hasta 2026, con más de una cuarta parte de los ingresos totales provenientes de las ventas por Internet, un fenómeno conocido como Bringing the Beauty Counter Online.
Otros contribuyentes importantes al crecimiento incluyen asociaciones con personas influyentes en las redes sociales y productos de aseo masculino, pero algunos de los mayores aumentos de ventas se han producido en el llamado sector de "belleza limpia". La belleza limpia se refiere a cosméticos, cuidado de la piel y productos de cuidado personal desprovistos de productos químicos nocivos como el propilparabeno y el butilparabeno.
El aumento posterior a la pandemia en la demanda de belleza segura y sostenible también se ha combinado con la preocupación por los ingredientes potencialmente tóxicos en cosméticos y productos de cuidado personal.Pero la tendencia también aprovecha un consumo más amplio de los consumidores y la industria después de la pandemia, cuando la sensación de peligro ecológico que rodeó a la Covid-19 intensificó la demanda de bienes que no dañan el planeta.
El creciente interés en productos no tóxicos o libres de crueldad sugiere que los consumidores buscarán productos que se alinean con sus valores individuales. Por lo tanto, en línea con estos comportamientos de los consumidores, se espera que los productos de belleza limpios sean un impulsor principal en la industria de la belleza y el cuidado personal.
La mentalidad pospandemia también puede haber eliminado un obstáculo significativo para el crecimiento de las marcas de belleza limpia: sus precios más altos en comparación con las gamas producidas en masa. Por ejemplo, la compañía vegana de cuidado de la piel premium Aesop creció a una tasa promedio del 40 por ciento entre 2020 y 2021, y recientemente se vendió al gigante de la industria L'Oréal en un acuerdo por valor de 2,5 mil millones de dólares. Aunque el acuerdo representó la mayor adquisición de L'Oréal hasta el momento, su CEO, Nicolas Hieronimus, justificó el precio pagado afirmando que "Aesop aprovecha todas las corrientes ascendentes de hoy" y tiene un "potencial de crecimiento masivo".
Las preocupaciones sobre los ingredientes finalmente impulsan el cambio regulatorio de EE UU
El aumento posterior a la pandemia en la demanda de belleza segura y sostenible también se ha combinado con la preocupación por los ingredientes potencialmente tóxicos en cosméticos y productos de cuidado personal. Este es particularmente el caso en los Estados Unidos, donde los grupos activistas han luchado contra una regulación "obsoleta y peligrosa" en comparación con mercados como la Unión Europea, lo que llevó finalmente a los políticos a presentar sus propios proyectos de ley de seguridad a nivel estatal y en el Congreso.
En los Estados Unidos, como en otros lugares, los principales compuestos preocupantes incluyen nitrosaminas y dioxinas, subproductos cancerígenos del proceso de producción de cosméticos que también pueden propagarse o persistir en el medio ambiente en general. Algunos ingredientes comunes en productos de belleza y cuidado personal también pueden causar daños, desde hidrocarburos aromáticos policíclicos en champús de alquitrán de hulla que son tóxicos para la vida acuática y las aves, hasta compuestos orgánicos volátiles utilizados como solventes que dañan el hígado humano, los riñones y el sistema nervioso central. Mientras tanto, a pesar de la creciente presión para el cambio, algunos ingredientes que están prohibidos en Europa por motivos de seguridad, como el cadmio y varios parabenos, todavía están permitidos como ingredientes en los cosméticos estadounidenses.
En enero de este año, el presidente Biden respondió, al menos en parte, firmando la primera reforma importante de la regulación de cosméticos en Estados Unidos desde el final de la Gran Depresión, conocida como la Ley de Modernización de la Regulación de Cosméticos. Ampliamente conocida como 'MoCRA', la nueva Ley impone requisitos adicionales de seguridad y pruebas a la industria cosmética de los Estados Unidos. al tiempo que amplía significativamente los poderes regulatorios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).
A pesar de la creciente presión para el cambio, algunos ingredientes que están prohibidos en Europa por motivos de seguridad, como el cadmio y varios parabenos, todavía están permitidos como ingredientes en los cosméticos estadounidenses.Bajo MoCRA, los fabricantes ahora deben asegurarse de que un producto sea seguro y mantener registros que "justifiquen adecuadamente" la seguridad del producto, así como identificar cualquier alérgeno de fragancia en las etiquetas del producto.
Mientras tanto, la FDA ha recibido autoridad para retirar productos cosméticos que sospecha que están adulterados o mal etiquetados, y "podrían causar graves consecuencias adversas para la salud o la muerte". También puede suspender el registro de una instalación de fabricación si cree que los productos fabricados allí pueden ser peligrosos. Además, se ha ordenado a la FDA que elabore reglas de Buenas Prácticas de Fabricación para la industria estadounidense que sean "consistentes con los estándares nacionales e internacionales", mientras que "los productos cosméticos fabricados o procesados en condiciones que no cumplen con esas regulaciones pueden considerarse adulterados".
Cosmetics Business advirtió a los fabricantes y sus laboratorios de pruebas que se preparen "no solo para una FDA más activa, que tendrá un mayor acceso a los registros y mejores herramientas de cumplimiento administrativo, sino también para la responsabilidad de informar y mantener registros para eventos adversos graves y no graves del uso del producto".
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