Las hormonas son las grandes amigas pero, también, las grandes enemigas de la piel. Si todo funciona bien, el cabello y la epidermis son los grandes beneficiados de las hormonas: el pelo está fuerte y brillante y la epidermis aparece luminosa e hidratada. Pero, si se produce un desequilibrio, podemos echarnos a temblar… porque notaremos un montón de pequeñas alteraciones, como caída del cabello, piel demasiado seca o demasiado grasa, etc.
Para tratar este tema, Jerónimo Ors, farmacéutico, especialista en salud y belleza de la piel y director de la firma de cosmética botánica Cosméticos Paquita Ors responde nuestras dudas y nos habla la importancia crucial que tienen las hormonas en la vida de la mujer.
Hoy en día, y es lo maravilloso de este trabajo, podemos hacer con la piel prácticamente cualquier cosa. Acelerar su ritmo para rejuvenecerla o ralentizarla si está muy estresada. Estimular un tipo de hormonas u otras mejorara la microcirculación y así un largo etc.
BEAUTY MARKET: ¿Por qué las hormonas juegan un papel tan decisivo en la salud de la mujer y su estado de ánimo? ¿Cuál es la diferencia respecto a los hombres?
JERÓNIMO ORS: El cuerpo femenino está concebido para desempeñar una función fundamental en la especie humana: la reproducción. Además, y a diferencia de otras especies, en la nuestra se requiere un largo proceso de formación en el interior de la madre, y al nacer tenemos una enorme fragilidad y una completa incapacidad para mantenernos con vida sin el auxilio de un ser adulto. Para mantener en marcha aspectos tan distintos como la concepción, la anidación, el desarrollo fetal, el parto o la lactancia, las hormonas juegan un papel importantísimo. De hecho, sin ellas todos esos procesos serían imposibles. La diferencia con respecto a los hombres es la cantidad y la proporción de las hormonas: en una mujer la cantidad de estrógenos y progesterona es mucho mayor, lo que se traduce en una piel más fina, más delicada y una cantidad y calidad de cabello mucho mayor. La mayor cantidad de testosterona de los hombres nos proporciona una mayor facilidad para fabricar músculo y un carácter más agresivo. Sin embargo, la piel masculina es más grasa, más espesa y el cabello más débil.
B.M.: ¿Qué tipo de hormonas tenemos las mujeres y cuál es el papel que juega cada una?
J.O.: Aunque tenemos una larga lista de hormonas entre las que está la dopamina, oxitocina, serotonina, cortisol, adrenalina…, cada una de ellas con una función y una repercusión en el cerebro y el mecanismo del cuerpo, me centraré en el cortisol y las hormonas sexuales. El cortisol es la hormona que nos salva la vida a corto plazo y la que nos puede provocar la muerte a largo: es la hormona del estrés. Está diseñada para poner nuestro cuerpo a plena potencia ante una situación de peligro, como, por ejemplo, el ataque de un tigre. Pero, el estrés continuo y los niveles altos de cortisol mantenidos van a provocar un desajuste en nuestro cuerpo que pueden desencadenar un montón de enfermedades. En la piel, altas dosis de esta hormona, vuelven la piel más sensible, más irritable y fomenta la aparición de pequeñas infecciones como hongos, bacterias o virus. Por su parte, los andrógenos, aunque son imprescindibles, son siempre los malos de la “película de la piel”, su aumento engrasa la piel, la vuelve más espesa y más basta, abre el poro, fomenta la aparición de granitos y en el cabello lo engrasa y produce su caída. La progesterona, que es la que produce la ovulación, genera más grasa, de ahí el típico granito de la ovulación. Hay mujeres que notan la aparición de comedones con la regla, aunque en este caso es por la caída de los estrógenos. Finalmente, los estrógenos son los grandes triunfadores. Dejan la piel suave e hidratada, generan colágeno, previenen el envejecimiento y fortalecen el cabello. Si hay un amigo de la piel, son los estrógenos.
En cuanto a hormonas, los estrógenos son los grandes triunfadores. Dejan la piel suave e hidratada, generan colágeno, previenen el envejecimiento y fortalecen el cabello. Si hay un amigo de la piel, son los estrógenos.
B.M.: ¿Cuál sería el equilibrio idóneo para las mujeres?
J.O.: Cada mujer tiene el suyo y mientras las funciones sean las correctas y los niveles en las analíticas estén dentro de unos límites, no debemos preocuparnos. Cada persona tiene sus biorritmos y sus ciclos hormonales.
B.M.: ¿Cómo afectan las distintas fases hormonales a la piel y el cabello de las mujeres?
J.O.: A lo largo del ciclo hormonal, según van subiendo los estrógenos la piel mejora. La primera semana después de la regla la piel está equilibrada. La segunda la piel aparece hidratada, tersa y plena. Con la ovulación, aunque pueda aparecer algún granito, tenemos un aspecto de epidermis descansada. Con la subida de la progesterona aumenta la grasa. Y es durante la regla cuando la caída de los estrógenos y el aumento proporcional de los andrógenos desbarata la piel y el cabello mostrando un leve deterioro.
B.M.: ¿Cómo podemos detectar que estamos atravesando un periodo de desequilibrio hormonal?
J.O.: Existen numerosos síntomas: sentirse hinchada y con mayor tendencia a retener líquidos, eso se aprecia más en las manos o en los tobillos. La aparición de granitos especialmente en la zona del mentón. La piel grasa y sin brillo, la caída de cabello con la raíz grasa y la punta seca, etc.
Como enamorado de las plantas recomiendo el ñame por su alto contenido en estrógenos vegetales, la zarzaparrilla o los derivados de soja. Con un efecto más ligero está la rúcula, la espinaca o la hoja de canónigo. No obstante, siempre conviene consultar con un profesional de la salud.
B.M.: ¿Cuáles son los distintos síntomas que se asocian con los cambios hormonales en periodos como la adolescencia, el embarazo o la menopausia?
J.O.: Cada época tiene sus características. Durante la adolescencia los numerosos cambios hormonales desencadenan un torrente de alteraciones de carácter, piel y de otros sistemas. El más habitual es la piel y el cabello mas graso y la aparición de acné. El embarazo es una época de bonanza hormonal. Pero muchas veces la primera mitad del embarazo puede producir alteraciones, en ocasiones motivadas por el cansancio de la jornada habitual, más la energía necesaria para el desarrollo del feto que viene de los recursos de la madre. Además de la frecuente aparición de patologías como la anemia o el hipotiroidismo, que alteran el equilibrio. La menopausia es una época dura para la piel. Baja la producción de colágeno y elastina, el envejecimiento se acelera. La epidermis se adelgaza y el cabello se cae y se produce una pérdida de densidad.
B.M.: ¿Hay alguna manera efectiva de equilibrar las hormonas? ¿Qué tratamientos existen?
J.O.: Existen actualmente numerosos tratamientos farmacológicos para compensar los desequilibrios hormonales desde antiandrógenos, estrógenos, pastillas anticonceptivas que ayudan a la regulación y un largo, etc. Como enamorado de las plantas recomiendo el ñame por su alto contenido en estrógenos vegetales, la zarzaparrilla o los derivados de soja. Con un efecto más ligero está la rúcula, la espinaca o la hoja de canónigo. No obstante, siempre conviene consultar con un profesional de la salud.
B.M.: ¿Qué soluciones cosméticas podrían ayudarnos a contrarrestar los efectos de los cambios hormonales desde la adolescencia a la menopausia?
J.O.: Afortunadamente, contamos con numerosas armas vegetales para cada época. En la adolescencia, plantas como la raíz de regaliz o el espino blanco tienen un efecto antiandrogénico local, lo que ayuda a desengrasar la piel y prevenir el acné. Cuando existe tendencia a alteraciones del ciclo y la aparición de granitos, plantas como a canela, la manzanilla o la zarzaparrilla son beneficiosas. Y en la premenopausia y menopausia, los derivados de soja y una planta, la actaea racemosa, son muy beneficiosos.
Podemos y sería lo conveniente modificar las rutinas de belleza a lo largo del ciclo hormonal, especialmente si los cambios son muy llamativos en la piel.
B.M.: ¿Qué activos e ingredientes cosméticos son verdaderos aliados de nuestra piel y cabello?
J.O.: En general, cada piel es distinta y tiene unas necesidades especificas. Yo siempre digo que cada piel es ella y su circunstancia. Si cambia la circunstancia, cambia la piel. Actualmente manejamos más de 5000 activos solo vegetales para el cuidado de la piel, que además combinamos entre ellos para potenciarlos. Hoy en día, y es lo maravilloso de este trabajo, podemos hacer con la piel prácticamente cualquier cosa. Acelerar su ritmo para rejuvenecerla o ralentizarla si está muy estresada. Estimular un tipo de hormonas u otras mejorara la microcirculación y así un largo etc., que prácticamente cubre todas las funciones de la piel. Solo tenemos que analizarla y conocer cómo es la vida y el trabajo de la persona para completar el diagnóstico. Una persona de vida sedentaria y un alto nivel de estrés, necesita por ejemplo un tratamiento muy específico, que eso sí, le dejará la piel resplandeciente y detendrá su envejecimiento acelerado.
B.M.: Para finalizar, denos una serie de consejos y rutinas para cuidarnos mejor y evitar que los cambios hormonales nos afecten.
J.O.: Podemos y sería lo conveniente modificar las rutinas de belleza a lo largo del ciclo hormonal, especialmente si los cambios son muy llamativos en la piel.