"La evaluación ortopédica es fundamental para valorar posibles secuelas articulares, retracciones musculotendinosas, déficits musculares o neuropatías relacionadas por haber pasado tanto tiempo inmóviles en la cama del hospital. Esto implica el trabajo, al menos, de un fisioterapeuta, además de un dietista para aquellas personas que ya tenían sobrepeso o diabetes", aseguran médicos especializados en medicina física y rehabilitación.

La rehabilitación de estos pacientes afectados de Covid-19 debe ser prolongada en el tiempo y con una intensidad adaptada a sus posibilidades. No se puede obviar que se hallan en un momento de gran fragilidad y fatiga. "Con sesiones de corta duración e intensidad adaptada se puede ayudar a recuperar su capacidad respiratoria, movilización articular, recuperación muscular y deterioro cognitivo y psicológico”, explican los expertos, en relación a cómo puede ayudar la plataforma Huber 360 Evolution a los enfermos de Covid-19.

Cómo trabaja el paciente sobre Huber 360 Evolution

Este dispositivo médico, especialmente desarrollado para la rehabilitación funcional, incorpora programas de movilización y equilibrio monitorizados, específicos para fortalecer músculos y favorecer la recuperación cardiorespiratoria. "Supone un trabajo adaptado de movilización suave y fortalecimiento muscular sin generar un estrés excesivo para el sistema cardiorespiratorio (visualiza y registra la frecuencia cardíaca en todo momento)", describe el médico.

La rehabilitación funcional ocupa un papel protagonista en la recuperación de los pacientes que han sufrido Covid-19, concretamente en las secuelas cardiovasculares, articulares y musculares.

Todas las sesiones comienzan con un diagnóstico previo. Se efectúa una evaluación completa del paciente 15 minutos antes de empezar. En ella se evalúa la estabilidad, la restricción de la movilidad, la fuerza y la coordinación, entre otros parámetros. Estos datos se registran y así es posible ir evaluando la evolución física del paciente.

De pie o sentado. Las sesiones se pueden realizar de pie o sentado, con la ayuda de un taburete específicamente adaptado a la plataforma.

Las sesiones se van a prolongar tanto como pueda aguantar el paciente. La duración oscila desde los 10 a los 30 minutos diarios, según la capacidad personal.

Cada sesión implica poco consumo de energía, por lo que son bien toleradas por el paciente. Aun así, se aprecia una gran implicación de la musculatura tanto excéntrica como estática.

Dificultad adaptada. Existen cinco niveles de dificultad creciente que brindan la posibilidad al fisioterapeuta de elaborar sesiones personalizadas y distintas cada día.









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