Flavio Vilhais: 'En cosmética, el hombre llega a ser más fiel que la mujer'

Flavio acaba de instalarse en Madrid para ofrecer sus servicios tras recorrer media Europa. En un sector principalmente femenino, aún hay quien se sorprende de que un hombre sea su esteticista particular.

Beauty Market: ¿Cómo te iniciáste en el mundo de la estética?
Flavio Vilhais: Comencé la carrera de modelo en Londres, pero no me acabó de convencer. Entonces decidí estudiar estética, ya que el mundo de la belleza me encanta.

B.M.: ¿Fueron duros estos inicios?
F.V.: Me matriculé en una academia, pero como estaba sin dinero, tuve que compaginarlo trabajando de fregaplatos en un restaurante. Así que estudiaba en la academia de 09:00 h a 17:00 h y tenía que salir corriendo hacia el restaurante para trabajar desde las 19:00 h hasta las 00:30 h de la madrugada. No tenía mucho tiempo para estudiar…

B.M.: ¿Cuándo empiezas a trabajar en lo que te gusta?
F.V.: A los seis meses de comenzar los estudios. Me contrataron de asistente de estética en un centro de belleza ubicado en uno de los más grandes almacenes de Londres, situado en Knigthbridge, una de las zonas más VIP de Londres. Seis meses después, ya trabajo como esteticista junior y así estuve tres años. Cuando finalicé el curso, trabajé como esteticista oficial.

B.M.: Luego te fuiste a París…
F.V.: Me fui a París porque quería evolucionar más. Allí he estado trabajando en una prestigiosa y conocida marca de cosmética francesa. Me especialicé en tratamientos antiaging.

B.M.: ¿Cuándo decides ir a España?
F.V.: Tras mi estancia en París, decido volver a Portugal, mi país de origen. Allí trabajo para una cadena de hoteles. Unos meses después, una de mis mejores amigas me invita a venir a España para trabajar en una cadena de hoteles y, por mi espíritu aventurero, le dije que sí…

B.M.: ¿Dónde trabajaste?
F.V.: Empecé en Baqueira-Beret, durante la temporada de invierno. Al terminar la temporada, me contratan para la apertura de La Perla, de Sol Melià, un hotel de 5 estrellas de Gran Lujo. Allí he estado trabajando desde el año 2008 hasta este mes de mayo.

B.M.: ¿Y ahora?
F.V.: Después de haber viajado, conocido y aprendido con los mejores de la profesión, he decidido trabajar por libre, con mi propia filosofía. Me he instalado en Madrid gracias a Delia Sans, una de las mejores peluqueras que he conocido hasta hoy. Delia me ha cedido un espacio de estética en su Instituto de Belleza del barrio de Salamanca.

B.M.: Su vida ha sido un no parar…
F.V.: He llegado hasta aquí con mucho esfuerzo y mucha ilusión. He vivido situaciones complicadas, pero creo que con humildad y profesionalismo se llega lejos.

B.M.: ¿Qué ofrece Flavio Vilhais a sus clientes?
F.V.: Antes que nada, el mejor asesoramiento, trato personalizado y experiencias inolvidables. Intento comprender qué es lo que el cliente busca y qué es lo que espera de cada uno de mis tratamientos. Cada cliente tiene un tratamiento diferente.

B.M.: ¿Mucha psicología?
F.V.: Por supuesto. Tenemos que tener en cuenta que un esteticista también ejerce el papel de psicólogo.

B.M.: ¿En qué se diferencia su negocio de otros centros estéticos?
F.V.: Yo no soy una fábrica de hacer estética ni de venta de cosméticos, creo que es eso lo que me diferencia. Poseo un protocolo de trabajo muy riguroso y siempre me pongo en la piel de mi cliente. Le doy toda la atención necesaria. Un cliente, cuando nos busca, es porque en algo no se siente bien. Muchos centros estéticos tienen la filosofía de poner crema y quitar crema, y que pasen por caja a pagar. Yo no funciono así. Yo trato la piel.

B.M.: Entonces, ¿cuál es su filosofía?
F.V.: Conseguir la total satisfacción de mi cliente.

B.M.: ¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?
F.V.: El contacto con los clientes, saber que les puedo ayudar a sentirse mejor.

B.M.: ¿Cuáles son las claves para una piel sana?
F.V.: Tener un cuidado diario, aplicando su limpiador, su tónico y la crema. Se debe tener una alimentación equilibrada, beber agua, proteger la piel de las exposiciones solares, no fumar y no beber alcohol.

B.M.: ¿Cuál es su relación con el cliente?
F.V.: Estrecha, amigable y personalizada. Además, les hace mucha gracia tener a un chico como su esteticista.

B.M.: ¿El hombre acude cada vez más a los centros de belleza?
F.V.: Sí. Es impresionante la cantidad de clientela masculina con la que trabajo.

B.M.: ¿Cuál es la nueva visión del hombre en estética?
F.V.: Creo que el hombre es como la mujer, le gusta cuidar su aspecto, y cada vez más.

B.M.: ¿Ha perdido por fin el hombre la vergüenza de usar cosméticos?
F.V.: Por supuesto. Le garantizo que el hombre llega a ser más fiel que la mujer. El hombre escucha los consejos y siempre se lleva su cuidado diario a casa.

B.M.: ¿Cuál es su relación con los productos con los que trabaja?
F.V.: Estrecha, personalizada y muy cuidada. Puedo decir que tengo una relación íntima con la cosmética con que la trabajo. Además, he tenido la oportunidad de conocer a su creador, así que no tengo dudas de que estoy en buenas manos.

B.M.: ¿Qué cosmético es?
F.V.: Environ es un cosmético creado por uno de los diez mejores cirujanos estéticos del mundo. Para su desarrollo se utiliza una gran investigación científica. Environ conserva la estructura natural de la piel mediante métodos de rejuvenecimiento no destructivos para la epidermis, utilizando los mejores activos, vitaminas A, C y antioxidantes.

B.M.: ¿Cómo definiría la calidad del sector de la estética?
F.V.: Bueno, aquí hay para hablar mucho ya que, como bien sabéis, hay gente que no tiene el mínimo de formación y que ha hecho mucho daño a nuestra profesión. Hay que levantar un poco el nivel de formación.

B.M.: ¿De qué forma ha evolucionado el sector en los últimos años?
F.V.: Los ultimos años ha sido el gran boom de la estética, sobre todo a nivel de investigación científica.

B.M.: ¿Cuáles son las principales novedades del sector?
F.V.: La cosmética científica (cosméceuticals). La cosmética que científicamente es elaborada con el concepto médico y farmacéutico.

B.M.: ¿Cuáles son los productos o tratamientos que más se demanda?
F.V.: Los productos y tratamientos antiedad.

B.M.: Ha trabajado en diferentes países europeos, ¿en qué se diferencia es sector de la estética en España de otros países?
F.V.: Cada país tiene su manera de trabajar, pero la base de la estética es la misma. Creo que en España todavía hay que trabajar mucho el tema de la formación. El esteticista trabaja la estética, no la medicina estética. Me parece fatal que en una peluquería puedan inyectar bótox. Eso es trabajo de un médico. Nosotros, como esteticistas, podemos colaborar con un médico. En España no hay diálogo entre el sector de estética y el médico, lo que es una pena, porque juntos podemos hacer un excelente trabajo.

B.M.: ¿Qué cree que triunfará en un futuro?
F.V.: Lo que triunfará será la cosmética científica, basada en vitaminas, antioxidantes y péptidos para frenar el envejecimiento. Y el buen profesionalismo.

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