Llega el sol y el Día Mundial de la Protección Solar. Sí, porque el cuidado bajo el sol también disfruta de su día. Una moda, la de las jornadas temáticas, que pone de actualidad hastags con mucho motivo y significado.

En concreto, el Día Mundial de la Protección Solar se celebrará el próximo 27 de mayo, ya de pleno metidos en la vorágine del sol que más caliente.

Sin embargo, empezamos a oír los primeros motores, la Semana Santa a la vuelta de la esquina, preparados para lo que toca, tumbarse en la playa o caminar al aire libre por senderos y rutas rurales.

Por eso, qué mejor que repasar con profesionales, centros y expertos algunos mitos y verdades en torno a la exposición solar.

Siete falsos mitos y verdades en torno a la exposición solar

BRONCEADORES Y AUTOBRONCEADORES SON INCOMPATIBLES. FALSO.
"Tomar el sol y utilizar autobronceador es completamente compatible. Eso sí, siempre hay que recordar que el autobronceador no protege de los rayos ultravioletas, por eso ante cualquier exposición de la piel al sol, hay que aplicar fotoprotector solar", dice Jayne Cooper, Brand Ambassador de St. Tropez.

LOS FILTROS FÍSICOS SON LOS QUE MEJOR PROTEGEN. FALSO.
"Lo que ocurre es que con ellos la fotoprotección es inmediata y no hay que esperar a que la crema 'haga efecto'. Los filtros químicos por su parte, absorben las radiaciones para que no lo haga la piel en su lugar, pero se recomienda esperar 20 minutos hasta que se hayan absorbido bien", asegura la doctora Paula Rosso, Centro Médico Lajo Plaza.

SI TENGO LA PIEL SENSIBLE ES MEJOR QUE OPTE POR FILTROS FÍSICOS. CIERTO.
"Los filtros físicos son la mejor elección en el caso de las pieles sensibles porque alteran menos la piel y se puede alcanzar una protección total con ellos. Si se es alérgicoa ciertos productos lo mejor es optar por filtros físicos puros", explica Paola Gugliotta, directora de Sepai y máster en Dermocosmética.

LA PROTECCIÓN TOTAL SÍ EXISTE. FALSO.
"Esto no es exactamente así, hay que entender qué significa el número del factor, y lo que significa es que en una piel determinada, aplicando la cantidad adecuada, esa piel estará equis número de veces más protegida que si no lo aplicases ( equis es el número de factor), así una piel que se quemase a los cinco minutos de estar expuesta al sol, con un factor 30 tardaría 150 minutos en quemarse (30x5). Por lo tanto, cuanto más bajo es el factor más frecuente es necesaria su renovación. En general la recomendación es aplicar un factor 30 cada 2 horas, así podemos garantizar la protección de cualquier tipo de piel, siempre que se aplique la cantidad adecuada", detalla Patricia Cuenca, directora técnica del Centro Oxigen.

ES LO MISMO WATER RESSISTANT QUE WATERPROOF. FALSO.
"Los productos solares pueden resistir si permanecemos un tiempo en el agua, pero cuando nos frotamos con la toalla se elimina el 80% de la crema, algo que también ocurre si el tiempo de inmersión es muy largo. Los productos se denominan water resistant (resistentes al agua) si se mantiene el 70% de la fotoproteción a los 40 minutos de la inmersión (dos baños de 20 minutos) y waterproof (muy resistentes al agua) sí resisten después de cuatro baños de 20 minutos cada uno. En cualquier caso, se recomienda aplicar nuevamente la crema tras un baño de más de 20 minutos", comenta Patricia Cuenca, directora técnica del Centro Oxigen.

'Siempre hay que recordar que el autobronceador no protege de los rayos ultravioletas, por eso ante cualquier exposición de la piel al sol, hay que aplicar fotoprotector solar', dice Jayne Cooper.

LA DIETA NO TIENE NADA QUE VER CON LA FOTOPROTECCIÓN. FALSO.
"Sí, influye y ayuda a reforzar nuestras defensas. Sobre todo frutas y verduras, ricas en betacarotenos y agentes antioxidantes. Los betacarotenos ayudan a aumentar la protección natural de la piel contra la radiación solar y los antioxidantes combaten los radicales libres que se puedan formar en la piel tras la exposición solar", declara Laura Parada, nutricionista de Slow Life House.

EN EL CABELLO TAMBIÉN SE NECESITA EL EQUIVALENTE A UN SPF 50. FALSO.
"Los dermatólogos recomiendan un 50+ en el caso de la piel, pero ésta tiene células vivas y la alta radiación solar puede producir muerte celular. En cambio, las células del cabello tienen queratinocitos que al unirse, forman las fibras de queratina que conocemos. Pero estas células ya están muertas. Los queratinocitos se inmolan, son las únicas células de nuestro organismo que se suicidan para unirse, formando el cabello y protegiéndolo de diferentes factores, uno de ellos la radiación solar. La protección de estas fibras se basa en que no pierdan ni la hidratación ni los lípidos que ayudan a entrelazarse y unirse. Si perdemos esta hidratación se produce porosidad, puntas abiertas o perdida de vitalidad en el cabello. En resumen, no haría falta medir la protección en niveles. En este caso la eficacia solo depende de que el protector funcione o no", finaliza Adolfo Remartínez, creador y director de Nuggela & Sulé.









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