Ante campañas como la de Navidad, el próximo San Valentín, rebajas, Black Friday, etc., las principales asociaciones como la Asociación para la Defensa de la Marca, Andema, la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, y la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, Stanpa, alertan sobre la posible oferta de falsificaciones durante los periodos de grandes ofertas y promociones.
Una problemática que no solamente afecta a consumidores, sino especialmente al profesional de la belleza y estética, como pueden ser las principales marcas de cosmética y perfumería. Según Andena, especialmente, en el caso de las compras on-line, “es importante desconfiar de los productos de marcas reconocidas demasiado baratos, de webs desconocidas y sitios que dan poca información sobre el producto que se quiere adquirir".
Perjuicios para la economía
El comercio y los fabricantes pierden en España el 10,6% del volumen total de sus ventas debido a los productos falsificados, lo que se traduce en 6.766 millones de euros anuales. Esta pérdida deriva en la destrucción de más de 53.467 puestos de trabajo al año en nuestro país. Éstos son algunos de los datos que se desprenden del informe de 2019 publicado por la EUIPO.
Cómo afectan estas falsificaciones al sector de la belleza
Stanpa nos da a conocer que el sector español de la perfumería y la cosmética pierde un 16% de sus ventas anuales por el problema de las falsificaciones, lo que se traduce en pérdidas de casi 1.000 millones euros al año.
El impacto de las falsificaciones afecta a la destrucción de empleo. El sector de la perfumería y la cosmética pierde cada año 8.000 empleos en España.Estas pérdidas sitúan a España como segundo país con mayor impacto de la Unión Europea por las falsificaciones sobre la actividad del sector.
En concreto, para el sector el impacto de las falsificaciones afecta igualmente a la destrucción de empleo. El sector de la perfumería y la cosmética pierde cada año 8.000 empleos en España.
Cómo diferenciar un perfume original de uno falso
Los profesionales deben tener claros una serie de parámetros a la hora de fabricar y especialmente vender un perfume original y no uno falso. Sandra Iruela, perfumista y creadora de la empresa Sandir, nos explica que los factores que determinan la calidad de un perfume se encuentran recogidos dentro de unas normativas, "si compramos los perfumes en establecimientos habituales no tendremos ningún problema. En otros lugares, como webs desconocidas no se ofrecen garantías de calidad ni una homologación del producto”.
Stanpa nos da datos para el profesional que vende este tipo de productos. "En primer lugar, el propio plástico envolvente nos puede ayudar a identificar uno original de uno falsificado. En el original, los pliegues del plástico son simétricos, mientras que en el falsificado son irregulares y no está perfectamente pegado al cartón. Además, si los frotamos, el falsificado suena.
En cuanto al cartonaje comentan que el cartón de fuera, en un perfume falsificado, es muy blando, no es de calidad y se dobla fácilmente. Y el de dentro, en uno original, vemos la robustez que tiene, pues su función es la de proteger el perfume. En uno falso, vemos lo fino que es este cartón.
Los perfumes y cosméticos que se comercializan ilegalmente carecen de los controles sanitarios y de seguridad, no son probados en laboratorio y no pasan una batería toxicológica antes de ser puestos en el mercado.Sandra Iruela comenta que para distinguir un perfume original de uno falso, "Deben ir con el etiquetado del fabricante, donde aparezca el INCI, lote, y toda la información del fabricante: CIF, dirección información de alérgenos, etc.".
Según Stanpa, a nivel internacional existen unos estándares para asegurar que todas las esencias y componentes de un perfume son totalmente seguros: se trata de los estándares de IFRA, de la International Fragances Association, avalados por RIFM, el Centro de Investigación Científica de la industria de las fragancias.
En el propio frasco hay varios elementos que pueden advertirnos de un perfume falso, según Stanpa. "El frasco de uno original es completamente liso, sin impurezas, mientras que uno falso es rugoso, pues el cristal es de muy poca calidad.
Además, un perfume original está fabricado en una sola pieza, con un único molde, mientras que uno falsificado normalmente está hecho en dos piezas y se aprecia claramente la rebaba entre las mismas. “En el perfume falsificado, el capuchón es de plástico y también hecho en dos piezas, mientras que en el original es de cristal (la bolita) y lo dorado hecho en una sola pieza.
A la hora de analizar el color del perfume nos muestra cuál es el original y cuál el falso. "Si uno conoce el producto, enseguida se ve que el original tiene un color y el falso otro completamente distinto, pues los ingredientes son diferentes". Mientras que desde Stanpa también señalan la prueba de la espuma. "Si agitas un perfume falso aparece una espuma que tarda en desaparecer mientras que, si lo haces con un original, ésta es muy leve y desaparece rápidamente”.
¿Qué riesgos para la salud tienen las falsificaciones?
Al utilizar un perfume o un cosmético falso aumentan los riesgos para la salud y desaparecen las garantías. Los perfumes y cosméticos que se comercializan ilegalmente carecen de los controles sanitarios y de seguridad, no son probados en laboratorio y no pasan una batería toxicológica antes de ser puestos en el mercado, como sí lo hacen los productos auténticos, pudiendo incluir ciertos ingredientes no autorizados para su uso en cosmética que pueden desencadenar en dermatitis irritativas, alérgicas o reacciones acneiformes.
Según nos informa Stanpa, los ingredientes de los perfumes y cosméticos falsificados han producido intoxicaciones por inhalación, irritación ocular, dermatitis, reacciones alérgicas severas, manchas en la piel, fototoxicidad e, incluso, pueden provocar problemas más graves para la salud a largo plazo.
El impacto de las falsificaciones afecta a la destrucción de empleo. El sector de la perfumería y la cosmética pierde cada año 8.000 empleos en España.En el caso de los perfumes falsificados es de destacar que contienen en su mayoría agua, hasta un 50%, y etanol industrial o de baja pureza como disolvente. En algunos aparece dietilenglicol, sustancia tóxica cuyo uso está prohibido en cosméticos -excepto en el caso de trazas- y también se detecta la posible presencia de otras sustancias prohibidas.
Los perfumes falsificados tienen una composición muy distinta e incluyen disolventes industriales, componentes tóxicos o prohibidos, algo grave en un producto que está durante horas en contacto con nuestra piel.