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Es el arma imprescindible para crear miradas perfectas. Uno de los básicos del maquillaje profesional que has de tener siempre a tu alcance si lo que deseas es ese toque ideal para unos ojos que recojan toda la atención y se conviertan en el foco equilibrado del makeup.

El eyeliner pasa a primer plano cuando se trata sostener brochas y pinceles con firmeza y modificar el aspecto de la mirada a conveniencia del profesional y su clienta.

Pero, empecemos por el principio.

Lo primero es conocer bien cada debilidad y fortaleza de la zona que vamos a maquillar, en este caso, los ojos. El trazo del eyeliner responderá a cinco puntos clave:

1. La línea por encima de las pestañas superiores para alargar el ojo, hacerlo más almendrado o gatuno. El resultado es mejor con un gel o eyeliner líquido.
2. La interior de esas mismas pestañas superiores para intensificar el efecto de la máscara y dar más profundidad a la mirada. Se debe hacer siempre con un lapicero de mina blanda.
3. La línea de agua, que se corresponde con el interior pegado al ojo de las pestañas inferiores. Tradicionalmente, se intensifica con lápiz negro o khol, aunque con blanco consigues abrir más la mirada.
4. El nacimiento de las pestañas inferiores, por la parte que da hacia el contorno del ojo. Mejor con lapicero de punta dura para que no se emborrone.
5. El pliegue natural del párpado superior. El resultado se conoce como eyeliner banana y se puso muy de moda en los años 60. Las pasarelas llevan ya varias temporadas revisándolo y actualizándolo con nuevas propuestas.

Y a continuación, decidir cómo va a ser éste, el trazo y su forma, en función del resultado que se desee obtener.

A cada ojo, su trazo

OJOS PEQUEÑOS.
Para conseguir agrandar los ojos con el delineado, lo mejor es aplicar lápiz blanco o nude en la línea de agua con el fin de dar la sensación de que el globo ocular es más amplio. Además, has de delinear entre las pestañas inferiores con lápiz (o pincel con sombra) y marcar ligeramente la V externa del ojo.
Si por el contrario pintas la línea de agua con lápiz oscuro, estarás reduciendo ópticamente el tamaño de los ojos.

OJOS SALTONES.
Delinear el ojo por completo (superior e inferior) incidiendo bien entre las pestañas e incluyendo el lagrimal, la línea de agua inferior y el tighlining o delineado invisible, tan habitual hoy entre las mujeres más bellas y famosas. Además, para disimular el volumen del párpado, los expertos recomiendan difuminar ligeramente el eyeliner creando un degradado decreciente.

OJOS CAÍDOS.
Los ojos caídos también representan cierta dificultad a la hora de definir el delineado. No se trata tanto del efecto de la edad, como del clásico párpado que cae sobre el ojo, aunque la mujer sea joven. Entonces, lo mejor es centrarse en dibujar un rabillo que tienda hacia la diagonal que marca el final de la ceja, evitando que tenga forma curvada.
Si se trata de un párpado que se ha caído con el paso de los años, lo mejor es evitar el rabillo del ojo y delinearlo por completo tratando de difuminar bien el extremo externo. Después, podemos favorecer el levantamiento visual del párpado aplicando la sombra en diagonal hacia la ceja.

OJOS JUNTOS.
Las personas con narices afiladas suelen tener los ojos más juntos. En estos casos, el maquillaje debe ayudar a compensar esa falta de espacio. Primero, con el recurso del iluminador (o una sombra clara) en el lagrimal. Tras lo cual, y para conseguir el efecto óptico de separarlos con el eyeliner, delineando únicamente la V externa del ojo.

OJOS SEPARADOS.
Por el contrario, a la hora de aplicar el eyeliner en unos ojos separados, debemos delinear incidiendo la esquina interna del ojo y engrosando la V externa.

OJOS REDONDOS.
Algunas mujeres con ojos redondos buscan obtener una forma almendrada con el delineado. Para ello, lo mejor es marcar bien la V externa, pero nunca en diagonal, sino con una trayectoria recta, que parta del lagrimal exterior.

OJOS ALARGADOS.
Habrá que delinear el párpado superior e inferior y engrosando la sección central de cada uno. Así conseguiremos dar más altura al ojo en estos puntos, favoreciendo una apariencia más redondeada.

Los mejores tipos y clases de eyeliner según la aplicación elegida

Pero esto no acaba aquí. Fundamental es también elegir el formato o fórmula del eyeliner, según el proceso técnico que deseemos realizar, ya que éste puede ser sólido, líquido, lapicero...

Lapicero: tiene que estar bien afilado para conseguir una línea definida. Lo bueno es que permite correcciones, difuminados y diferentes intensidades. Lo malo es que el resultado no es tan limpio y estructurado como una textura líquida o en gel. Empieza a trabajar con él desde la esquina exterior y avanza poco a poco hacia la interior. Luego extiende y difumina.

Rotulador: el de punta afilada permite un trazo más concreto y facilita las cosas a la hora de afinar la línea y de dibujar. Los de punta biselada son perfectos para crear líneas gruesas que se hacen más estrechas y ascienden al final en una sola pasada, sin necesidad de cambiar la posición de la punta. Usa ambos desde el lagrimal a la esquina exterior del ojo.

Líquido o gel con pincel: tanto el que tiene que impregnarse en producto como el que viene en un bote, estilo máscara de pestañas, consiguen efectos de gran intensidad que, además, aguantan todo el día. La dirección natural es ir de dentro hacia afuera del ojo.

Técnicos: tienen diseños específicos para facilitar el deslizamiento de la punta sobre la línea de las pestañas. Los que acaban en tridente se pueden utilizar para crear una base de puntos que sirva de boceto antes de acometer el resultado definitivo.

Cuestión de tendencias

Mucho ha evolucionado el eyeliner en los últimos tiempos, siendo el protagonista o al menos, uno de los principales protagonistas de las miradas cat eye, un trazo grueso y largo en forma de flecha mezclado con sombras coloridas que logra el efecto de una autentica mirada felina y que ha sido la estrella del verano.

Además, se ven mucho las rayas bajo las pestañas inferiores que ascienden hacia el párpado, donde tradicionalmente lo hacían las de las superiores.

Y por supuesto, como los colores, no hemos de limitarnos solo al negro, el azul cobalto es por ejemplo, uno de los más demandados y vistos tanto en eyeliners gatunos y bananas, como en la línea de agua.