Acaban de inaugurar el nuevo Institut Saurina, un fantástico centro por y para la belleza en el corazón de Barcelona, espectacular en el diseño y no menos completo y atractivo en lo referido a su oferta. Y en el mismo, Emma y Matilde, posan para nuestra cámara, contentas, disfrutando de este nuevo logro en su carrera, insistiendo en que una de las claves de su actual prestigio y reconocimiento es su amor confeso por esta profesión. Emma y Matilde Saurina no sólo han conseguido el éxito, sino también, el reconocimiento y aplauso general.
El binomio Matilde-Emma y viceversa, se forja hace más de 25 años cuando estas hermanas se unen con un objetivo claro: “Poner en marcha un instituto basado en la estética no invasiva.” Desde ese mismo momento se convierten también en empresarias, sin abandonar nunca su filosofía de trabajo y “sin dejarnos seducir nunca por nada que no viéramos claro profesionalmente hablando”, aseguran. “Nuestro objetivo ha sido siempre el mismo, solucionar cualquier problema estético, a partir de su origen, uniendo a nuestra experiencia, productos de alta tecnología y aparatología de última generación. A esta forma de trabajo le llamamos, Técnica Viva”. Disfrutan y se apasionan con su labor. Confiesan que no les ha resultado difícil llegar hasta aquí, quizá porque su entrega “ha sido siempre total”.
Próximo proyecto.
Queremos que este nuevo Institut Saurina sea una verdadera referencia del sector gracias a poder conseguir los mejores
resultados posibles sin cirugía ni efectos secundarios.
¿Cómo se dibuja el futuro de la belleza?
Inmejorable, cada día la mujer y el hombre son más conscientes acerca de que el cuidado del cuerpo no es una frivolidad,
sino una necesidad.
Un sueño que cumplir...
Matilde.- Trabajar en la estética de forma altruista.
Emma.- Trabajar sin estrés.
Una virtud...
Matilde.- De Emma, la justicia, el orden con medida y la honradez.
Emma.- De Matilde, la honestidad, la sensibilidad profesional y su entrega y tenacidad.
Su mejor recuerdo...
Para las dos es el mismo y, además, se repite cada año: ¡Nuestras vacaciones!, no las perdonamos.
Su consejo para las esteticistas es...
Que sean honestas y que cada día se marquen un nuevo objetivo. Y, sobre todo, que amen esta profesión.