La lavanda posee una de sus máximas expresiones en el aceite esencial, producto de la destilación de flores frescas de varias especies de espliego (Lavándula), que puede presentar aspecto incoloro, amarillo o verde amarillento.
Es de aroma agradable y sabor amargo.
Entre sus principales componentes encontramos linalol, acetato de linalilo, geraniol, cumarina, furfural y borneol. Se emplea en perfumería, belleza y en medicina.
En su fórmula de aceite esencial disfruta de una gran popularidad, pese a ser una planta más bien sencilla y discreta. Las propiedades del aceite esencial de lavanda son tan numerosas que se ha llegado a considerar como uno de los remedios de aromaterapia más completos.
Existen varios tipos de lavanda o plantas afines, pero nos referimos aquí al aceite esencial que se obtiene de la lavanda oficinal o lavandula angustifolia, una planta que pertenece a la familia de la labiadas y que se cree que es originaria de Persia.
El hábitat natural de esta lavanda son las zonas montañosas, donde prospera entre los 800 y 1.900 metros de altitud. Florece en verano, entre julio y agosto.
El origen y planta de la lavanda
Son numerosos los escritos que, en tiempos pasados, mencionaron la lavanda y sus propiedades, pero realmente no se sabe exactamente a qué lavanda se referían, pues en aquellas épocas se usaban indiferentemente el cantueso (Lavandula stoechas), el espliego (Lavandula spica) o la lavanda oficinal, según crecían en cada lugar.
El aceite esencial de lavanda se empieza a producir a principios del siglo XVI, en el sur de Francia. A partir del siglo XX la demanda de este aceite esencial aumenta considerablemente. Países como Inglaterra, Estados Unidos y en Tasmania o los Balcanes, entre otros, comienzan a producirla.
El aceite esencial de lavanda no tiene contraindicaciones ni toxicidad en las dosis habitualmente recomendadas en aromaterapiaEn España, los conocidos campos de Brihuega en Guadalajara, mayoritariamente campos de lavandines (Lavandula x hybrida).
Diferencias entre lavanda, espliego y lavandín
Es común confundir la lavanda (Lavandula angustifolia) con el espliego (Lavandula spica) y el lavandín (Lavandula hybrida).
Sin embargo, es relativamente fácil distinguir las tres plantas:
» Flores y hojas de la lavanda y el espliego: la lavanda y el espliego son plantas muy parecidas, se distinguen por los tallos de las inflorescencias y por el tamaño de las hojas.
Fijándose en los tallos: en el caso del espliego el tallo es triple formando un tridente. En la lavanda solo observaremos un único tallo.
» Las diferencias frente al lavandín: el lavandín nace del cruce natural entre la lavanda y el espliego. Es una planta estéril, el tallo de la inflorescencia tiene también forma de tridente. La inflorescencia es notablemente más larga que la de la lavanda y la del espliego.
» Crecen en lugares diferentes: otro dato importante a la hora de distinguirlos es su hábitat. El espliego y el lavandín crecen por debajo de 800 metros de altitud; la lavanda, en cambio, no soporta las altitudes bajas y crece por encima de los 800 metros de altitud.
» El cantueso: de la misma familia, suele también generar confusiones, pero su flor es muy distinta y huele ligeramente a tomillo. También se le conoce como tomillo borriquero.
Las propiedades del aceite esencial de lavanda
Los aceites esenciales de lavanda y lavandín tienen composiciones bioquímicas similares; en cambio, el espliego es químicamente distinto. Por eso es tan importante no confundirlo con el aceite esencial de lavanda: no obtendríamos los resultados relajantes y sedantes esperados.
Son múltiples los factores que influyen en el aroma del aceite esencial de lavanda, una de sus características principales: la procedencia, el modo de cultivo, el origen de las semillas (clones o silvestres). Estos factores también pueden repercutir en las propiedades del aceite esencial de lavanda.
A nivel terapéutico, al aceite esencial de lavanda se le atribuyen las siguientes propiedades:
- Lo más destacable del aceite esencial de lavanda son sus propiedades relajantes, sedantes, antimicrobianas y contra el dolor, que lo hacen muy indicado para situaciones de estrés, para favorecer el sueño y combatir el insomnio, para calmar la ansiedad y para aliviar diferentes tipos de dolor, como el dolor de cabeza o el dolor de regla.
- Ayuda a regular la tensión arterial y tranquiliza.
- También es un valioso remedio para cicatrizar diferentes tipos de heridas y quemaduras.
- Se recomienda para tratar ciertos tipos de eczema y para calmar los picores.
Cuándo usar el aceite esencial de lavanda
El aceite esencial de lavanda resulta muy útil en las siguientes situaciones, que describimos a continuación con más detalle.
1. Para el estrés y la ansiedad y dormir mejor.
Gracias a sus propiedades sedantes y ansiolíticas, el aceite esencial de lavanda puede ser un gran remedio para relajarse en situaciones de estrés, ansiedad y nerviosismo. También para dormir mejor.
Si existe tendencia a tener ansiedad lo mejor es tomar el aceite esencial por vía oral.
También se puede probar en formato roll-on.
Otras formas de utilizar el aceite esencial de lavanda para relajarse, dormir mejor o combatir el insomnio son:
» Difusor de aceites esenciales.
» Y por supuesto, el masaje.
2. Para las quemaduras de piel leves.
Las quemaduras de piel, habitualmente leves, se resuelven muy bien con la aplicación de aceite esencial de lavanda.
Otro tipo de quemadura que se pueden aliviar con aceite esencial de lavanda son las quemaduras solares.
3. Para la psoriasis y para curar rasguños y rozaduras.
El aceite esencial de lavanda también es útil para cicatrizar heridas tipo rasguños, rozaduras y mejorar la psoriasis (cicatriza, desinflama y alivia el picor).
4. Para tratar el acné y las arrugas.
El aceite esencial de lavanda suele dar buenos resultados para tratar el acné y la piel, aplicado dierectamente.
5. Para aliviar el dolor.
Al aceite esencial de lavanda se le atribuyen propiedades para calmar el dolor. Puede ser útil en diferentes situaciones aplicado también directamente: olores de cabeza, agujetas y contracturas...
Destacar así que el aceite esencial de lavanda, al igual que el de árbol de té, se puede utilizar directamente sobre la piel sin diluir.
El aceite esencial de lavanda no tiene contraindicaciones ni toxicidad en las dosis habitualmente recomendadas en aromaterapia.
Respetando las indicaciones y precauciones de uso, se puede utilizar el aceite esencial de lavanda en niños. También durante el embarazo, la lactancia y en bebés.