Una de las primeras preocupaciones para mujeres y para hombres por igual, suele ser tener "buena cara". Para ello una de las técnicas más populares es la mesoterapia facial, ya que los beneficios se notan progresivamente, gracias a la recuperación de la firmeza y mayor luminosidad y atenuación de las arrugas. Este tratamiento previene el envejecimiento gracias a que estimula la regeneración celular y aporta hidratación y elasticidad al cutis.
La Dra. Azucena Fernández, directora médica de Clínica Sveltia, tiene muy claro que “el mejor tratamiento que podemos realizar en un rostro castigado por los agentes externos es la mesoterapia facial. Este cóctel de ácido hialurónico, antioxidantes y vitaminas consigue recuperar y rehidratar la piel del rostro”. Recomienda un tratamiento de 5 sesiones: 1 sesión cada 15 días y la última al cabo de un mes, siendo la duración total del tratamiento de 3 a 4 meses.
Otro recurso es el peeling, que puede ser del tipo denominado Salipeel –una exfoliación suave que está muy indicada para pieles grasas o afectadas por cuperosis–; o del llamado Glicólico –a base de caña de azúcar, que favorece la formación de colágeno, elastina y otras sustancias dérmicas, muy indicado para disminuir las manchas seniles, solares o el acné–; Fenol –revolucionario peeling médico con un efecto similar al lifting y que aporta un efecto tensor duradero, reduciendo arrugas y eventuales cicatrices; y, por último, Melaspeel especialmente indicado para pieles muy grasas a la vez que atenúa arrugas y manchas en cara, escote y manos, uniformando el color de la piel.
Otro tratamiento muy eficaz para el cuidado facial es el denominado Láser Active FX, que repara los signos de envejecimiento solar y cronológico. Este método trata tanto arrugas como manchas, rejuveneciendo especialmente el contorno de ojos y de labios. Dicha técnica también está indicada para reducir cicatrices de, por ejemplo, el acné, ya que estimula la producción de colágeno, mejorando mucho la textura de la piel.
El Láser Active FX ofrece unos resultados duraderos en el tiempo (dependiendo siempre del mantenimiento y cuidados posteriores de cada persona):
- Reducción de arrugas (efecto antiaging).
- Aportación de mayor tersura a la piel, reduciendo la flacidez.
- Aportación de mayor tono y textura a la dermis.
- Renovación y vitalización de la piel.