El Monoï de Tahití, el secreto de belleza de las mujeres polinesias

Monoï significa "aceite perfumado" en tahitiano. Desde siempre, el Monoï acompaña a los polinesios cada día, como cosmético para la piel y también como aceite de masaje, a lo largo de toda su vida. De hecho, las mamás polinesias masajean a sus recién nacidos con Monoï para nutrir su piel, protegerlos y desearles buena suerte.

Existen tantas recetas de Monoï como islas, familias o tradiciones polinesias. El Monoï es un aceite extraído de la pulpa de coco, en el que se han macerado flores de Tiaré. Se elabora según una receta de más de 2.000 años de antigüedad. Se cosechan 12 capullos de flores frescas de Tiaré al amanecer y se maceran en un litro de aceite de coco, durante al menos 10 días. A continuación se añade vitamina E, un antioxidante natural, con ácidos grasos omega 6 y 9, ácido láurico y tocoferol. El aceite de Monoï cuida la piel y el cabello. En este sentido, los hidrata, repara, protege, relaja y limpia con un aroma único e inconfundible, según Fernando Amer, consejero delegado de Hei Poa, única marca con la denominación de origen del aceite de Monoï para nuestro país. Hei Poa quiere decir "corona de flores rojas en el valle verde", en tahitiano. Los productos de la firma, con una pureza del 93-98% en su composición, se comercializan en botella de cristal, como hacían las familias de la Polinesia Francesa que envasaban así su propia receta de Monoï.

Diferencias entre el Monoï puro y el aceite de Monoï

El Monoï, el secreto de belleza de las mujeres polinesias, ha sido frecuentemente falsificado y copiado. Para protegerlo, se aprobó un Decreto que reconoce la denominación de origen del aceite de Monoï de Tahití, desde el año 1992. Así se garantiza su autenticidad, calidad y producción local. Se denomina Monoï "puro" cuando la concentración en Monoï de Tahití es al menos del 90%, y se habla de "aceite" de Monoï cuando un producto contiene entre el 50 % y el 90 % del mismo. "Nuestros Monoï puros contienen entre el 90,3% y el 98,3 %, y no tienen ni colorantes ni conservantes", explica Fernando Amer.

El aceite de Monoï y su función reguladora

Al ser un aceite, algunas personas piensan que deben usar poca cantidad porque engrasa la piel y el cabello. Una duda que el director de Hei Poa nos aclara: "En cosmética todo exceso resulta contraproducente. La medida justa del aceite de Monoï puede ser perfecta, ya que cumple una función reguladora. Para que nos hagamos una idea, unas gotas equivalentes al tamaño de una avellana serían suficientes para nutrir incluso las melenas más abundantes". En cuanto al cuerpo, el aceite de Monoï se puede aplicar generosamente, siempre sin excesos. "Es un producto natural -continúa- con propiedades hidratantes, suavizantes, protectoras y limpiadoras. La piel luce más lisa, firme y elástica".

El aceite de Monoï también es idóneo para el cuidado facial, sobre todo para los rostros con piel seca. Fernando Amer aconseja aplicar por la noche unas gotas de este aceite en el hueco de la palma de la mano, frotarlo con las manos y extenderlo delicadamente de las mejillas a las sienes, finalizando en la zona T, a menudo la menos deshidratada. Esto se debería hacer una vez a la semana.
El producto también se puede extender sobre el cuello, busto y resto del cuerpo insistiendo en los puntos más secos o frágiles (rodillas, codos y zonas propensas a la aparición de estrías). "Las mujeres de la Polinesia Francesa están consideradas como las más bellas del planeta por la calidad de sus cabellos y su piel. Pero especialmente porque apenas presentan arrugas, a pesar de su larga exposición solar a lo largo del año. Los aceites de Hei Poa son multiusos y las mujeres tahitianas los utilizan para el rostro, el cuerpo y el cabello", asegura el consejero delegado de Hei Poa.

También se pueden echar unas gotas de Monoï en el agua del baño para compensar el efecto desecante del agua y disfrutar de su delicado perfume. O se puede aplicar a la salida del baño o la ducha sobre la piel mojada, como hacen las tahitianas. El aceite se transforma en emulsión y penetra más rápido. El producto se solidifica cuando la temperatura es inferior a 24 ºC, pero debido a su alto poder hidratante se puede usar todo el año. Basta colocar el frasco bajo el grifo de agua caliente: el aceite recuperará su estado líquido y sus propiedades iniciales.

El aceite de Monoï podría complementar los tratamientos en cabina

Los productos de Hei Poa se distribuyen en grandes almacenes, de forma directa al público. Sin embargo, en opinión del consejero delegado de la firma, estos se podrían dirigir a los sectores de peluquería y estética. "El Monoï que producimos es perfecto para spas y salones de belleza donde se ofrezcan tratamientos relajantes, hidratantes y reparadores de cuerpo y cabello. Por su agradable olor a verano, resultan idóneos en balnearios y centros de este tipo. En salones de peluquería, el Monoï sería útil en cualquier tratamiento reparador de cabellos castigados. Y por supuesto, este aceite tiene cabida en la cosmética profesional", argumenta. Al ser un producto natural, su uso se permite en playas y piscinas donde se prohíbe el uso de otros que contengan aceites minerales u otros productos no naturales.