La creciente preocupación por la salud y el bienestar está impulsando una revolución tecnológica que está transformando los servicios de belleza y bienestar. La incorporación de herramientas de diagnóstico inteligentes en salones y spas está permitiendo una atención hiperpersonalizada, elevando la experiencia del cliente a un nuevo nivel.

Los dispositivos de monitoreo de salud ya forman parte de la vida cotidiana, con relojes inteligentes y aplicaciones que rastrean métricas básicas. La pandemia acentuó esta tendencia, incentivando un enfoque preventivo en lugar de curativo. Con sistemas de salud sobrecargados, los consumidores buscan alternativas más accesibles para el control de su bienestar. El auge de la telemedicina y la inteligencia artificial está facilitando diagnósticos rápidos y precisos, lo que permite una mejor toma de decisiones en salud y estética.

Herramientas inteligentes para diagnósticos personalizados

La tecnología diagnóstica está transformando los salones de belleza. Dispositivos como el espejo inteligente Lumini PM de la marca surcoreana Lululab analizan la piel a través de selfies y datos de estilo de vida, proporcionando recomendaciones personalizadas. En el cuidado capilar, herramientas como Dr. Finger Volume Booster 2.0 de Rootnix y SonoRepro de Pixie Dust Technologies diagnostican condiciones del cuero cabelludo y estimulan el crecimiento capilar sin contacto directo.

Estos avances permiten a estilistas y terapeutas ofrecer tratamientos más efectivos y adaptados a las necesidades individuales de cada cliente. Con el tiempo, se espera que la tecnología mejore la eficiencia de los salones, asegurando diagnósticos consistentes y reduciendo la dependencia de la experiencia subjetiva del profesional.

Salud y belleza: una frontera difusa

La integración de la salud en los servicios de belleza no es una novedad. Históricamente, las barberías ofrecían servicios médicos menores, y hoy esta tradición está resurgiendo con innovaciones como Live Chair Health, que realiza chequeos de salud en barberías de EE UU para detectar factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Este tipo de iniciativas refuerza la idea de que los espacios de belleza pueden ser puntos de acceso a servicios de salud preventiva, promoviendo el bienestar general de los clientes.

Empresas líderes en belleza ya están apostando por esta tendencia. Kérastase lanzó K-scan, una cámara inteligente para el análisis microscópico del cabello y cuero cabelludo, que permite a los clientes ver resultados inmediatos y a los estilistas recomendar productos con precisión. Durante la pandemia, el interés por el diagnóstico cutáneo se disparó, impulsando a los innovadores a desarrollar herramientas que inspiraron una mayor adopción entre los consumidores convencionales.

El impacto en la industria de la belleza

  • (2023-2024) Construcción de confianza en los datos: la recolección de datos de los clientes será clave para el futuro de los diagnósticos en belleza. Para garantizar una aceptación positiva, las empresas deberán priorizar la transparencia y la seguridad, dejando claro que los datos se utilizan para mejorar la experiencia del cliente y no con otros fines comerciales.
  • (2025-2027) Incorporación de herramientas inteligentes en los tratamientos: los dispositivos inteligentes reemplazarán gradualmente a las herramientas tradicionales en los salones de belleza. Esta evolución permitirá a las empresas diferenciarse y fidelizar clientes mediante experiencias únicas basadas en diagnósticos precisos y personalizados.
  • (2028+) La belleza se fusionará con la salud: a largo plazo, la industria de la belleza jugará un papel crucial en la prevención de enfermedades, especialmente en regiones con sistemas de salud colapsados. La inversión en tecnología permitirá a los salones identificar deficiencias en la salud de los clientes y recomendar acciones preventivas.

Fuente: Informe 'El futuro de la Belleza y el Bienestar 2024' de Fresha.









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