"El trabajo preliminar de toda
felicidad es la salud".
Leigh Hunt, crítico, ensayista, poeta
y escritor inglés, (1784-1859).
Cuidarse está a la orden del día. Vivir más y mejor, obtener bienestar y estar bien por dentro y por fuera son hitos protagonistas y ansiados por la población. Los datos reflejan este hecho, pues según el informe del Global Wellness Economy monitor (GWI) de 2018, la economía global del bienestar ha crecido un 12,8% en los últimos dos años para alcanzar un valor de mercado de 4,2 billones de dólares.
Esta industria y sus distintos subsectores arrojan un relevante 6,4% de crecimiento anual a partir de 2015-2017, lo que representa casi el doble que el crecimiento económico mundial durante este tiempo (3,6%). Todo ello sitúa a dicho mercado, como una industria clave, que representa en sus cifras de gasto el 5,3% de los resultados económicos globales a nivel mundial.
El Wellness o bienestar incorpora la cosmética y la belleza y otros diferentes y atractivos sectores que van desde el Spa al turismo de salud o el fitness y la nutrición, por ejemplo. Todos beneficiados por el ritmo de ventas. Además, las cifras pueden ir a más, según auguran los expertos, y a esto se le suma la imperiosa necesidad por cuidarse que tienen los millennials y la siguiente generación (los nacidos en 2000).
Quien esté preparado y sepa aprovechar esta fiebre por el Wellness invertirá en este canal y su oferta y concepto de productos y servicios, incluido el cuidado personal y la belleza, disfrutando, si nos remitimos a los datos aquí reflejados, de grandes beneficios.
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