El doctor Claudio Mazères es una figura clave en el desarrollo de la técnica del quiromasaje en nuestro país, ya que es el continuador de la disciplina que introdujo en España el doctor Vicente L. Ferrandiz, hace más de cuarenta años. Ha formado a alumnos de distintos países y nacionalidades, médicos, fisioterapeutas, esteticistas, etc… Además, ha sido profesor en distintas universidades españolas como la Complutense de Madrid o la de Salamanca, entre muchas otras.
Beauty Market: ¿Cuáles fueron sus inicios en el quiromasaje?
Claudio Mazères: Tuve la suerte de conocer al doctor Vicente L. Ferrandiz, creador de la técnica del Quiromasaje. El doctor contactó conmigo, antes incluso de acabar mis estudios, para que empezase a trabajar en su clínica. Posteriormente entré a formar parte de la Escuela Española de Quiromasaje, como ayudante en las clases prácticas, y así fui compaginando los dos trabajos.
B.M.: ¿Cuándo empezaste a destacar en esta disciplina?
C.M.: Cuando el doctor Ferrandiz vio que a los alumnos les gustaba mi forma de enseñar, me hizo responsable del área técnica y posteriormente responsable general de la escuela, siempre bajo su dirección y gerencia. De esta manera inicié mi vida laboral como técnico y docente.
B.M.: ¿Qué diferencias hay entre un fisioterapeuta, un masajista y un quiromasajista?
C.M.: El fisioterapeuta es una figura sanitaria, actualmente grado sanitario, que cubre un abanico de posibilidades más allá de las técnicas manuales como el masaje; por tanto, es un grave error compararlos con profesionales prácticos de una o diversas técnicas manuales, ya que ni la naturaleza ni el desarrollo de su profesión tienen los mismos objetivos, y ni tan sólo son el mismo paradigma de trabajo. Por otro lado, los quiromasajistas son especialistas de una conocida técnica manual nacida en Cataluña en 1930 y que se conoce como quiromasaje.
B.M.: ¿Qué es el quiromasaje?
C.M.: Es una técnica que desde sus inicios se nutrió de la fusión de otras técnicas mucho más antiguas, entre las que destacaría el masaje sueco o clásico. Es, sin duda, una de las técnicas de masaje más completas y de más éxito en toda España, y en las últimas décadas ha tenido una gran influencia en el desarrollo como nueva profesión.
B.M.: ¿Cuando se fundó su escuela, Quirotema?
C.M.: Este febrero celebramos los 22 años de Quirotema en Barcelona.
B.M.: ¿Qué materias se imparten?
C.M.: La escuela imparte desde sus inicios técnicas manuales de base, como el quiromasaje, el drenaje linfático, la reflexología podal... y otras más especializadas como el masaje deportivo, o bien cursos superiores de quiromasaje en convenio con la Universidad de Barcelona (UB), de extensión universitaria. En los últimos años se han incorporado otros cursos avanzados como la quiropraxia, la osteopatía estructural, el kinesiotape o quiromasaje de segundo nivel.
B.M.: ¿Ha habido una evolución en el perfil o demanda de los alumnos en los últimos tiempos?
C.M.: Muchos alumnos de cursos básicos son personas que quieren compaginar y/o iniciarse en técnicas manuales para encontrar una salida laboral en estos tiempos de crisis. También nos encontramos con jóvenes que buscan abrirse camino en este campo porque sienten que pueden tener una base para su futuro. En cualquier caso, podemos afirmar que los alumnos cada vez se preparan más, tanto en técnica como en teoría, para entrar en el mundo laboral con la máxima disposición competitiva y así lograr sus objetivos personales.
B.M.: ¿Ha evolucionado el sector en estos últimos años?
C.M.: Con el paso de los años, cualquier técnica manual ha de actualizarse continuamente respetando los fundamentos.
Entrevista facilitada por el Gremi d'Estètica i Bellesa de Catalunya.