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Las generaciones más jóvenes están redefiniendo el concepto de bienestar, alejándose de la obsesión por un estilo de vida hiper-saludable que había dominado en los últimos años. Este cambio de perspectiva refleja una respuesta al “síndrome de bienestar”, un término acuñado por Carl Cederström para describir cómo la presión de mantener un cuerpo perfecto puede tener efectos negativos en nuestro bienestar emocional.

En lugar de ver el bienestar solo como salud física, las personas están empezando a valorar más la salud mental y el autocuidado, buscando un equilibrio que se aleje de estándares insostenibles. Esta evolución en el concepto de bienestar incluye prácticas que antes no se consideraban, como escuchar música, ver películas o jugar videojuegos, actividades que, según encuestas recientes, los jóvenes asocian con el autocuidado.

Para la Generación Z, el bienestar se centra ahora en sentirse bien emocionalmente y disfrutar de una libertad que va más allá de los estereotipos de salud convencional. Este grupo prioriza la salud mental, incluso en sus decisiones alimenticias, al reconocer la influencia de factores como el microbioma intestinal en el estado de ánimo. En lugar de aspirar a ideales inalcanzables, el bienestar se ha convertido en una experiencia libre de juicios, donde cualquier actividad que proporcione satisfacción puede ser considerada parte de un estilo de vida saludable. Con un enfoque liberador y accesible, esta nueva visión del bienestar empodera a los consumidores a experimentar y personalizar el cuidado de sí mismos según sus propios términos.

Dopamine Beauty

Con un creciente enfoque en la salud mental y emocional, la industria de la belleza está explorando nuevas formas de "biohackear" la dopamina, la sustancia química del bienestar en el cerebro, a través de servicios divertidos y emocionalmente orientados. Esta tendencia, conocida como Dopamine Beauty, refleja un deseo de bienestar que va más allá de lo físico y se enfoca en elevar el estado de ánimo y la autoexpresión.

Los últimos tres años han sido un periodo turbulento en nuestra historia moderna. La pandemia de COVID-19, la crisis del costo de vida y la emergencia climática han impactado profundamente nuestro bienestar emocional y nuestra forma de vivir. De hecho, el informe Global Emotions 2022 de Gallup reveló que las emociones negativas, como la ira, el estrés, la ansiedad, el miedo y la tristeza, han alcanzado niveles récord desde el primer informe en 2006.

Ante este escenario, no es de extrañar que los consumidores busquen actividades que eleven su estado de ánimo. La belleza enfocada en la dopamina surge como una respuesta a esta necesidad, priorizando la salud mental y emocional sobre la física. Según una encuesta de consumidores, el 65% de las mujeres y el 52% de los hombres coincidieron en que estas experiencias de belleza son necesarias para su bienestar emocional.

El poder del color como herramienta de expresión

Una de las maneras más llamativas en las que la Dopamine Beauty se manifiesta es a través del uso del color en la estética. Se ha estudiado cómo el color puede afectar nuestras emociones e influir en cómo nos sentimos cada día, y ahora, con el propósito de sentirse bien mientras se divierten, muchos consumidores se aventuran en looks de maquillaje, uñas, cejas y cabello más audaces y coloridos, en busca de un "subidón de dopamina" inmediato.

En plataformas como TikTok, los hashtags #DopamineBeauty y #DopamineGlam ya acumulan millones de visualizaciones, lo que resalta cómo los usuarios abrazan estilos vibrantes que los hacen lucir y sentirse bien. Tina Michael, fundadora de la marca británica Shoreditch Nails, menciona que sus clientes están desafiando los límites de la creatividad en el arte de las uñas: "Cuando comenzamos, el arte en las uñas era algo simple, pero ahora ha alcanzado otro nivel, con animales, personajes y arte 3D. Los clientes pueden tener una obra de arte personalizada en sus uñas”, explica. Esta conversación en redes sobre el uso del color y la belleza escapista es aún incipiente, impulsada principalmente por marcas innovadoras e influencers, lo que significa que el mercado tiene un gran potencial para capitalizar esta estética experimental y creativa.

La psicodermatología: más allá de lo estético

El concepto de Dopamine Beauty también va más allá de lo estético, abordando el bienestar mental desde una perspectiva científica con el auge de la psicodermatología. Este campo explora la conexión entre la mente y la piel, y demuestra cómo el bienestar mental deficiente puede agravar las condiciones de la piel y viceversa.

Este enfoque permite que los salones de belleza no solo traten la piel en la superficie, sino que también cuiden el bienestar emocional de los clientes, ayudándolos a salir de la experiencia de belleza sintiéndose bien tanto física como mentalmente. Datos de Fresha revelan que las reservas de servicios faciales han aumentado un 31%, superando a otros tratamientos de belleza como el cabello, masajes y uñas, lo que refleja la importancia de la salud de la piel para los consumidores. En particular, los tratamientos faciales muestran un crecimiento constante, lo que subraya la atención que los clientes le están prestando a su piel.

Ejemplos innovadores en la industria

Not Another Salon, en el Reino Unido, desafía el enfoque tradicional de los salones de belleza, ofreciendo un espacio lleno de colores vibrantes y diseño ecléctico que crea una zona libre de juicios y brinda a los consumidores un impulso de dopamina desde el momento en que ingresan. Este tipo de enfoque en la experiencia del cliente demuestra cómo los salones pueden mejorar el bienestar emocional a través de un ambiente acogedor y personalizado.

Nuevos roles para esteticistas y técnicos de belleza

A medida que evoluciona la Dopamine Beauty, el rol de los terapeutas de piel y técnicos de belleza está cambiando. Ya no se trata solo de diagnosticar problemas de la piel, sino de ser más sensibles a la salud mental de los clientes y ofrecer una experiencia personalizada y emocionalmente satisfactoria.

Salones y profesionales que inviertan en formación en inteligencia emocional, coaching o incluso asesoramiento psicológico podrán conectar más profundamente con sus clientes y potencialmente elevar sus niveles de dopamina, creando una lealtad en la clientela que va más allá de la simple satisfacción con el servicio.

La marca estadounidense de cuidado de la piel Dermalogica lanzó un programa de formación en 2020 para ayudar a los profesionales de la industria a apoyar las necesidades emocionales de sus clientes durante la pandemia. Esta formación incluyó habilidades de escucha, guía sobre el lenguaje corporal para captar mejor las señales no verbales y ejercicios de respiración. Esta atención integral es algo que cualquier destino de belleza, desde barberías hasta spas, puede adoptar para brindar un servicio verdaderamente individualizado.

Dopamine Beauty: apoyo emocional en belleza para una nueva generación

En esencia, la Dopamine Beauty respalda el deseo de los consumidores de sentirse bien, felices y cuidados. Para lograr un éxito duradero, los proveedores de belleza y bienestar deberán centrarse en la atención emocional al cliente, especialmente para conectar con las generaciones más jóvenes, como la Generación Z, que otorgan más importancia a su salud mental que cualquier otra generación anterior.

¿Cómo evolucionará la industria de los servicios de belleza?

• (2023-2024) Exploración creativa: los salones de belleza estarán equipados para ofrecer servicios creativos y experimentales a los clientes que buscan transformar su imagen. Los servicios de cabello y uñas encabezarán esta tendencia a corto plazo con tintes de cabello temporales coloridos, estilismo creativo y arte en uñas audaz. Los salones que sigan las últimas tendencias estéticas que surgen en plataformas como TikTok y en la cultura pop generarán emoción en la industria y atraerán más clientes.
• (2025-2027) Entrenamiento en inteligencia emocional como parte del servicio al cliente: la capacitación emocional para el personal se convertirá en un elemento fundamental de la experiencia de servicio, permitiendo a los negocios apoyar profesionalmente la salud mental de sus clientes. Esto será especialmente evidente en los servicios de cuidado de la piel, ya que la demanda por la psicodermatología seguirá creciendo. Los cuestionarios previos al tratamiento se revitalizarán, preguntando no solo sobre los hábitos de vida o los objetivos estéticos del cliente, sino también sobre su estado emocional, para adaptar la experiencia a sus necesidades mentales.
• (2028+) Proliferación de modelos de servicio combinados de belleza y terapia: la industria de la belleza y la salud se integrarán cada vez más, incorporando a consejeros y terapeutas en la experiencia de servicio para mejorar el nivel de atención emocional que reciben los clientes. Las empresas innovadoras rediseñarán la experiencia pre y post tratamiento, aprovechando a estos expertos para brindar orientación emocional que mejore o mantenga el bienestar mental de los consumidores entre citas. Este nivel de cuidado será aspiracional en los servicios de belleza, y las empresas que inviertan en consejeros y terapeutas serán vistas como disruptores en la industria.

En resumen, la Dopamine Beauty es más que una tendencia de estética: es una respuesta a la necesidad de bienestar emocional que continuará transformando el sector de la belleza en los años venideros.

_{Fuente: Informe 'El futuro de la Belleza y el Bienestar 2024' de Fresha.}