La estación invernal tiene, sin duda, innumerables atractivos, pero para muchas personas es una época temida por la aparición de dolores asociados a las bajas temperaturas, especialmente los relacionados con enfermedades como artrosis, artritis, fibromialgia, procesos posoperatorios o lesiones en las articulaciones. Clínica Rozalén, especializada en rehabilitación y fisioterapia, nos da algunas claves del porqué del aumento del dolor en invierno.
Es sabido que las bajas temperaturas hacen que contraigamos el cuerpo y adoptemos malas posturas, potenciales causantes de dolor. El frío también puede provocar cambios en los hábitos de sueño y provocar alteraciones de este tipo, tales como las lumbalgías. Además, la humedad y los cambios bruscos de temperatura, como cuando se pasa de un lugar cálido al frío del exterior, también afectan, causando incluso dolor de cabeza.
Las fracturas o lesiones, aunque se hayan curado hace tiempo, también tienden a manifestarse a través del dolor cuando baja la temperatura, ya que las zonas dañadas pueden presentar una mayor sensibilidad. A ello se debe sumar un descenso en la actividad física, más difícil de realizar por lo general en invierno, la mala circulación sanguínea, una mayor incidencia del trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión que puede aumentar la sensibilidad y el dolor, e incluso la baja presión barométrica.
Los centros Rozalén cuentan con el último concepto de rehabilitación y fisioterapia, comprometidos con la salud de vanguardia y la mejor atención al cliente. Disponen de tres centros en Madrid, en continua innovación y estudio de las nuevas técnicas para la mejor asistencia y recuperación del paciente, con el respaldo de médicos especialistas y fisioterapeutas especializados en cada una de las materias.