Con polémica o sin ella, mucho se ha hablado en el pasado y se habla de la dieta cetogénica, ésta vuelve a estar de moda. Rodeada, eso sí, de cierto aire frívolo, ya que quienes se han encargado de devolverla a la primera línea de fuego son celebrities de la talla de las Kardashian, Megan Fox, Halle Berry o Adriana Lima, entre otras. Todas modelos a seguir, tristemente por muchos adolescentes que quieren ser como ellas y también, mujeres adultas deseosas de disfrutar de las misma curvas y líneas que estas estrellas de reality y pasarelas.
Pasión por ella
Pero, qué es la dieta cetogénica y por qué esa pasión por ella. Se trata de una dieta para perder peso de forma rápida y sin dejar de comer. De hecho, la dieta cetogénica se centra en la ingesta de más alimentos ricos en proteínas y grasas y sólo restringe los glúcidos y azúcares. Su objetivo: generar una situación de cetosis, exceso de cetonas en la sangre, similar al ayuno. La pérdida de peso se constata casi inmediatamente.
Es decir, hablamos esencialmente un plan de alimentación muy alto en grasas saludables y muy bajo en carbohidratos, lo que obliga al cuerpo a quemar grasas en lugar de carbohidratos como fuente principal de energía. Alimentos ricos en proteínas y altos en grasas, como el salmón, los lácteos enteros, huevos, aguacate, frutos secos, aceites de oliva y vegetales bajos en carbohidratos, dominan el menú de la dieta cetogénica, y los alimentos ricos en carbohidratos son eliminados. Para que el cuerpo entre en este estado y comience a utilizar grasa como fuente de energía, la ingesta de carbohidratos no puede superar los 50 gramos diarios, lo que aportan aproximadamente, dos plátanos.
Sin olvidar nunca que toda dieta ha de ser prescrita y seguida por un médico, nutricionista o endocrino, la dieta cetogénica vuelve a estar de moda. Las culpables, principalmente las Kardashian y su 'mágico influjo', sobre todo el de la hermana Kourtney, quien se encarga de dejar claro y pregonar a los cuatro vientos a través de RRSS y web, su plan de "desintoxicación" bajo en carbohidratos. Un día típico en la vida de Kourtney incluye un batido verde con aguacate para el desayuno, y proteínas y verduras para el almuerzo y la cena. A pesar de no declarar explícitamente que sigue la dieta cetogénica, ésta es así. Y afirma que es su secreto para acabar con la celulitis y disfrutar de un vientre plano.
Antes de las Kardashian existió Henry Rawle
Pero la dieta de las celebrities existió mucho antes que ellas. Y su fin y origen se centraba más en la salud, concretamente, en el tratamiento y cura de una enfermedad como la epilepsia, que en el perentorio deseo de bajar de peso que persigue y obsesiona a la sociedad occidental, por otro lado, cada vez más obesa, tal como confirman las estadísticas y podemos ver con nuestros propios ojos cada vez que salimos a la calle, no hay que irse más lejos.
El plan de alimentación cetogénico, nacía concretamente en 1921. Su descubridor y prescriptor fue el endocrino Henry Rawle Geyelin.
Geyelin planteó los beneficios terapéuticos de esta dieta para el tratamiento de crisis epilépticas, aunque 90 años después su fórmula ha sido recuperada por la conocida como dieta Atkins cuyo objetivo no es otro que la pérdida rápida de peso.
Aunque aún podemos remontarnos más atrás en el tiempo para comprobar cómo la cetosis ya era un arma recurrida en medicina desde casi el principio de los tiempos. Los antiguos griegos ya descubrieron en su momento que una de las mejores maneras de manejar los ataques de epilepsia era dejando de comer.
Aunque también es cierto que, tanto Hipócrates en su momento, como Geyelin en el suyo, constataron con sus experimentos que una vez que el ayuno había terminado las convulsiones volvían con más fuerza.
La dieta cetogénica tuvo mucho éxito hasta el año 1938 cuando se descubrió la fenitoína, medicamento anticonvulsivo que comenzó a emplearse de forma generalizada para tratar la epilepsia.
Otras actuaciones demostradas
La dieta cetogénica, no obstante, ha sido estudiada en numerosas ocasiones, demostrando también que era capaz de ralentizar el crecimiento de tumores y retrasar significativamente la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
Bautizada como 'La dieta del Autocontrol' por el profesor Thomas Seyfried de la Universidad de Boston, éste a su vez, y como no nos cansaremos de repetir, incidía en la importancia de llevarla a cabo bajo control médico: "Si se realiza incorrectamente puede modificar los parámetros de lípidos en la sangre, lo cual pondría en peligro nuestra salud".
Es fundamental que ésta esté regulada y guiada y estructurada por especialistas: "Esta dieta no es para tomarse a la ligera y hay profesionales de la salud que trabajan específicamente en su administración".