El enemigo número 1 de la piel masculina es la carencia progresiva de testosterona, que a su vez, es el factor determinante de la piel masculina. Dado que la piel es un órgano hormonodependiente, sus características evolucionan en función del índice de hormonas de las que dispone.
La carencia de esta hormona comienza a aparecer progresivamente a los treinta años. Desde antes de los cuarenta, la epidermis masculina empieza a secarse, a perder espesor y tonicidad. La microcirculación cutánea se altera. El film hidrolipídico protector desaparece. La piel se vuelve sensible y adquiere un tono grisáceo. Se forman las arrugas marcándose cada vez más. Una intuición fundada en el ejemplo femenino. Desde hace años, se sabe que el envejecimiento cutáneo femenino de la mujer en la menopausia está ligado a una carencia hormonal de estrógenos. Y desde hace veinte años, se puede luchar contra este envejecimiento con cosméticos a base de phytoestrógenos o por tratamientos hormonales sustitutivos (THS).
Apoyándose en este ejemplo, Didier Rase tuvo la intuición de que debía ser posible tratar eficazmente la piel masculina por medio de cosméticos adaptados al metabolismo de la testosterona. Cuatro años de búsqueda han permitido confirmar esta intuición y descubrir la molécula natural específicamente activa sobre la piel de los hombres. Se trata del Phyto-androzyme®, que proporciona una mejora visible y rápida del estado general de la piel.
Esta nueva gama consta de cuidados para el rostro, el cuerpo y el afeitado. Se trata de emulsiones anti-edad, bonne mine, ultra-hidratantes; gel limpiador rostro con pH 4,5 y máscara relajante-detoxificante.También incorpora espuma de afeitar para piel sensible; gel de afeitar para pieles sensibles; emulsiones de afeitar translúcida; bálsamo reestructurante para después del afeitado; serum fluido corporal y gel de ducha integral pH 4,5.