Mutaciones como cambio de sexo, problemas de infertilidad, deformaciones..., son algunos de los efectos que pueden llegar a tener los organismos marinos contaminados por restos de productos de cuidado personal que no eliminan las depuradoras y llegan al mar.
Esta es una de las principales conclusiones de la tesis doctoral defendida el pasado 4 de julio en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria por Sarah Montesdeoca Esponda. Se trata de un novedoso estudio valorado por un tribunal europeo con la máxima calificación cum laude, que ya registra un saldo de nueve publicaciones internacionales.
El estudio ha tenido como objetivo determinar la presencia de restos de fármacos y de productos de cuidado personal en aguas del litoral grancanario, según destacó Sarah Montesdeoca, investigadora del Grupo de Análisis Químico Medioambiental de la ULPGC, dirigido por el catedrático José Juan Santana, codirector de la tesis junto con la profesora Zoraida Sosa Ferrera.
"Estudiamos dos grupos de compuestos, por un lado restos de antibióticos en el mar; y por otro, que es la parte más novedosa, los productos de cuidado personal, es decir todo tipo de artículos de cosmética como cremas hidratantes, protectores solares, tintes para el pelo, maquillaje, pinturas de uñas... Estos compuestos, cada vez más utilizados por la población, están llegando a las depuradoras en mayores concentraciones pero éstas no los eliminan y acaban en el mar, ya sea por los emisarios submarinos o a través de las aguas de regadío", apuntó la doctora Montesdeoca.
Metodología
A través del estudio se optimizó un novedoso método de análisis para determinar y muestrear en distintas áreas del litoral de Gran Canaria la presencia de esos compuestos y el grado de acumulación de los mismos. "Detectamos concentraciones a niveles muy bajos que, si bien no son cantidades alarmantes, nos interesa conocer dado que en el futuro, al ser compuestos que se utilizan mucho, pueden ir en aumento. Por ello hay que saber lo que llega al mar, lo que se está y no se está depurando, de cara a intentar tomar medidas en el futuro", indicó la autora de la tesis denominada "Desarrollo de metodologías de extracción y microextracción combinadas con sistemas cromatográficos para la determinación de fármacos y productos de cuidado personal en muestras ambientales".
Entre los riesgos que conlleva la acumulación de estos compuestos para los organismos marinos, la investigadora destacó, en lo que respecta a los fármacos, el hecho de que sean ingeridos por peces y así puedan pasar a la cadena atrófica. "De esta forma se pueden desarrollar microorganismos resistentes a esos antibióticos, de manera que en el futuro puedan perder su efecto terapéutico".
Sobre los productos de cuidado personal, "hemos comprobado que en algunas zonas muy cerradas, donde ha habido una acumulación grande de los mismos, en comunidades de plantas y de peces se han visto efectos de cambio de sexo, mutagénicos y estrogénicos, problemas de reproducción...", apuntó Sarah Montesdeoca.
La investigadora estableció una metodología pionera en Canarias para detectar este tipo de compuestos cuyas concentraciones son tan bajas que precisan de unos sistemas muy sofisticados de análisis. Ello fue posible gracias a la tecnología de la que dispone el grupo de investigación de Análisis Químico Medioambiental de la ULPGC.
"El grupo tiene una infraestructura muy costosa de la que no disponen normalmente los laboratorios, y este es uno de los temas fundamentales de nuestro trabajo, por una parte establecer metodologías nuevas, y por otra el monitoreo y control de este tipo de contaminantes en el medio marino", añadió el director del grupo de AQMA, José Juan Santana.
Para desarrollar el método analítico, que consta de tres etapas (separación de los productos a analizar, así como de los compuestos a determinar de las posibles interferencias; y su detección y cuantificación), se precisa de unos equipos basados en espectometría de masas, muy costosos y sofisticados. "El grupo de investigación, a través de proyectos de infraestructura científico-técnica del Ministerio y de la Comunidad Autónoma, ha adquirido estos equipos".
La tesis de la investigadora del grupo de QAMA, Sarah Montesdeoca, se centró principalmente en los sedimentos y en las aguas de las playas, donde se registra una mayor acumulación de productos de protección solar, fundamentalmente. "En las playas muy turísticas y cerradas como Amadores o Puerto Rico, es donde se registran las concentraciones más altas, entre decenas hasta centenas de PPT (partes por trillón). Son concentraciones muy bajas, pero es importante tener estos datos porque, aunque ahora no supongan un riesgo, se pueden ir acumulando. Ese es el objetivo de estos estudios, dar información a la sociedad sobre los problemas que se pueden generar para poder prevenirlos".
A este respecto, el catedrático de la ULPGC José Juan Santana destacó que, además del control de los citados contaminantes en el mar, a través de los emisarios submarinos, los datos obtenidos abrirán las puertas a la ingeniería para la construcción de nuevos sistemas de tratamiento en las depuradoras, capaces de eliminar o reducir satisfactoriamente este tipo de residuos.
"Son contaminantes que no se conocen muy bien y aún no están legislados, ni están incluidos en la normativa. Son los que se llama compuestos emergentes, de los que todavía no se conocen bien sus efectos nocivos, y no es que las depuradoras no hagan bien su trabajo sino que aún no existe legislación para ello", y añadió que la investigación desarrollada por la licenciada en Ciencias del Mar de la ULPGC abre las puertas al conocimiento de estos compuestos que llegan a las depuradoras.
"Ahora podemos saber qué concentraciones pueden salir de ellas para que en el futuro se pueda regular, establecer concentraciones límites, y se puedan diseñar sistemas que los eliminen. La ciencia va abriendo el camino dando la información necesaria para paliar los efectos adversos de estos compuestos en el medio ambiente. De hecho, hay un borrador nuevo de legislación europea de contaminantes prioritarios donde ya se recogen algunos de estos compuestos, pero aún no ha salido", apuntó el director del grupo de investigación de Análisis Químico Medioambiental de la ULPGC.
Este estudio tendrá continuación en una siguiente fase encaminada a determinar específicamente los efectos de las concentraciones de los citados productos en los organismos vegetales y animales, y analizar su toxicología.
"En este sentido, estamos preparando colaboraciones con otros grupos de investigación, tanto de Biología o de Toxicología, de cara a crear grupos interdisciplinares", añadió el profesor Santana.