El proyecto Deep Purple, financiado por la Comisión Europea, ha creado exitosamente formulaciones cosméticas a partir de residuos biológicos. Usan un proceso innovador que transforma el biogás de la digestión anaeróbica de residuos sólidos municipales en ectoína, un aminoácido con múltiples aplicaciones en cosmética, farmacéutica y química. Este avance representa un paso importante hacia soluciones de belleza sostenibles y el uso de materiales reciclados en cosméticos.
En 2019, socios europeos establecieron una plataforma multi-biorrefinería que valoriza los residuos biológicos urbanos, como aguas residuales y residuos biológicos municipales. Este enfoque promueve una economía circular y sostenible, reutilizando recursos y reduciendo el impacto ambiental de los residuos urbanos que, de otro modo, serían incinerados o enviados a vertederos en la UE.
Extracción y purificación de ectoína
La fracción orgánica de los residuos sólidos municipales se hidroliza inicialmente, y luego su fracción sólida se convierte en biogás mediante digestión anaeróbica. Este biogás alimenta a bacterias metanotróficas en un biorreactor, permitiendo que acumulen ectoína para protegerse del estrés salino.
El Instituto de Procesos Sostenibles (ISP) maneja la extracción y purificación de la ectoína mediante bioordeño, desalinización por electrodialisis y cromatografía de intercambio iónico. Posteriormente, RNB, otro socio del proyecto, utiliza la ectoína purificada para desarrollar productos cosméticos, los cuales son sometidos a pruebas de formulación y estabilidad, producidos a escala piloto y validados en las instalaciones de RNB.
Esta colaboración científica demuestra cómo la conversión de residuos biológicos puede generar productos de valor añadido.