"El fracaso es la oportunidad de
empezar de nuevo, con más inteligencia".
Henry Ford, fundador de la Motor
Ford Company (1863-1947).
Corporación Dermoestética, el gran imperio de la cirugía, cierra puertas. Lo hace después de 35 años de andadura, con el perjuicio que ello supone para empleados y clientes, algunos de estos últimos pendientes de revisiones y seguimiento del tratamiento.
A mediados del pasado mes de diciembre, la empresa presentó preconcurso de acreedores y un ERE que afectará a 300 trabajadores, 200 de ellos médicos especialistas, distribuidos en 50 clínicas, entre Portugal y España.
Corporación Dermoestética empezó su debacle con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la recesión -en un principio, crisis después- económica. Últimamente registraba una deuda a corto plazo de 15,4 millones de euros y una caída en la facturación de 29 a 23 millones.
¿Se trata de un caso aislado? Podría ser. El sector de la estética no para de crecer, como ya especificábamos hace unas semanas. Los tratamientos médico-estéticos gozan de una demanda creciente en todo el mundo. Y el sistema de franquicias en este terreno -un centenar de enseñas en nuestro país, distribuidas en centros de estética y clínicas- también goza de buena salud. Una modalidad empresarial que funciona: más de 4.500 personas decidieron emprender, acogiéndose a esta forma jurídica, durante el año 2014. Ante una actividad empresarial que no para de evolucionar, salvo casos aislados, nuestros mejores augurios para este año que acaba de empezar.
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