Metodología de pensamiento y terapia de tratamiento de la piel que preserva su integridad en todo momento, previendo su envejecimiento.
Esto es a lo que se denomina Corneoterapia. Sin duda un enfoque profundo y global que esconde mucho detrás de su nombre.
Historia y ciencia
El término corneoterapia fue definido pro vez primera a mediados de los 60. Al frente del mismo, un dermatólogo americano, el profesor A.M. Kligman, el cual, junto a su equipo, demostró que efectos clínicos sustanciales podían ser obtenidos tratando el equilibrio interrumpido de la piel mediante aplicaciones repetidas de sustancias que contenían propiedades humectantes y emolientes. Y he aquí el primer desglose científico del concepto corneoterapia. Estas sustancias, mezcladas en cremas, llegaron a conocerse como 'humectantes' y fueron quizás uno de los descubrimientos más importantes del siglo XX. Con aplicaciones repetidas, estos humectantes demostraron una mejoría en desórdenes comunes de la piel, tales como dermatitis atópica, alteraciones de cornificación y dermatosis.
Nueva era
Asistíamos al comienzo de una nueva era en el tratamientos, cuidado y salud de la piel. Surge un nuevo modo de procesar, así como de pensamiento y filosofía de todo ello. Investigadores, químicos, dermatólogos y doctores comprobaron y evidenciaron que hay más en el estrato córneo que una mera capa de coneocitos descamándose.
Así, mediante la investigación posterior, se dejó constancia de que las capas superiores de la epdiermis desempeñaban un papel mayor en la inmunidad y protección que lo que se había pensado originariamente. Y que el estrato córneo era el vínculo primario del mundo externo al mundo interno del sistema inmune adaptativo, con la piel como el campo de respuesta a este sistema.
Todo lo cual nos lleva hasta el momento actual, donde la Corneoterapia es defendida como una metodología de tratamiento de la piel, progresiva e innovativa que ha demostrado que es posible la obtención de una piel sana con un sistema inmune innato funcionando óptimamente mediante la prevención o reducción de la inflamación estructural. Inflamación, sí, ese término tan manejado en estos momentos por los especialistas dermatólogos y profesionales de la belleza.
El tratamiento del futuro
La corneoterapia se sirve entonces de intervenciones preventivas, así consideradas, que dirigen su acción primeramente a la corrección y recuperación del estrato córneo y los sistemas de defensa de la barrera.
Los corneocitos están unidos entre sí por otros componentes de la epidermis (corneodesmosomas) para asegurar que funcionen como una pared o barrera que aísle el interior del exterior. Esta protección es en los dos sentidos: de manera que no entre nada nocivo y extraño a nuestro cuerpo, pero también, que impida que perdamos sustancias propias que necesita para mantener la integridad y salud de la piel y el organismo.
Los especialistas coinciden, "se trata del tratamiento clínico del futuro". ¿Por qué? Entre otras razones porque la metodología denominada corneoterapia puede ser adaptada perfectamente a las necesidades específicas de cada piel individual, metodologías dirigidas primeramente a la corrección y construcción de las defensas de la barrera de la piel que se han vuelto defectuosas o incapacitadas por enfermedad o factores intrínsecos y extrínsecos. Peor hay más, los principios de la corneoterapia pueden aplicarse también a la prevención del envejecimiento de la piel, un resultado inherente al enfoque.
La piel, ese 'gran' órgano
Para comprenderlo mejor, no está de más, dar un repaso fundamental a la piel y sus características, capas y componentes.
La Capa Cornea está compuesta por lípidos, agua y queratina. Entre estos tres componentes se forma un tejido similar a una pared de ladrillos (queratinocitos) unidos con cemento (agua, grasa y proteínas), dispuesto en bicapas lipídicas. Este conjunto representa la función de barrera protectora de la piel, como aislante del cuerpo.
La capa cornea constituye una barrera dieléctrica frente a los electrolitos, que garantiza el aislamiento preservando el medio interno del externo, dificultando la penetración arbitraria de sustancias externas.
Solamente los agentes queratolíticos (por ejemplo: peelings enzimáticos o Alfahidroxiácidos) y sustancias con pH muy ácidos o alcalino alteran la estructura de la queratina de la capa cornea desprendiendo las células muertas de la superficie.
El uso de jabones y otros tensoactivos, a diario, provoca una descamación prematura de las células epiteliales, con la consecuente pérdida de NMF (conjunto de muchas moléculas hidrosolubles y/o hidrodispersables que son capaces de retener agua en la capa córnea de la piel), deteriorando la barrera hidrolipídica, ya que al perder NMF se empeora la capacidad de retener agua en la piel.
Cuando la capa cornea está equilibrada, completa y sin fisuras funciona como una verdadera barrera que impide la pérdida de agua transepidérmica (TEWL –transepidermal water loss- cantidad de agua que pasa del interior del cuerpo a la atmósfera a través de procesos de difusión y/o evaporación), garantizando el correcto nivel de hidratación.
Corneoterapia ampliada, la llave que abre la puerta al freno del paso del tiempo
Revisado todo lo cual, vamos a centrarnos ahora precisamente en la arruga, en el envejecimiento y cómo prevenirlo y ralentizarlo de manos de este método. Nos metemos de lleno en este caso en lo que se denomina 'Corneoterapia ampliada', en la que el estrato córneo se vuelve más permeable, abierto de un modo no invasivo, por un período limitado de tiempo para infundir agentes cosméticos tales como vitaminas y otros ingredientes terapéuticos.
Este procedimiento puede incluir también la inducción de procesos regenerativos bajo el estrato córneo sin afectar a los sistemas de defensa de la barrera la piel. Todo para el objetivo que pretende la ciencia del antiaging, que no es ni más ni menos que el retraso del proceso del paso del tiempo por la piel y la aparición de la arruga. No hay que olvidar que en todo momento, la corneoterapia se distingue por su filosofía de preservación absoluta del estrato córneo y sus citados sistemas de defensa.
Una metodología intensa y prolija, no cabe duda que requiere y exige como origen un diagnóstico preciso de la piel e investigación de los factores que contribuyen a las condiciones que prevalecen, seguido por una correlación de las condiciones de los compuestos terapéuticos adecuados a prescribir. Esto requiere un alto grado de especialización, por parte del profesional, tanto en lo referido al conocimiento y reconocimiento de la estructura de la piel como a los productos para su cuidado y componentes.
Se trata de cuidar desde el interior, alcanzarlo y dar en la diana, para que se refleje en el exterior y todo de un modo mínimamente invasivo. Así es y así te hemos relatado qué es la Corneoterapia, el tratamiento del futuro.
Fuente: Dermaviudals.