En los últimos años el mercado de depilación a la cera masculina ha crecido de manera considerable, aunque para muchos hombres una visita al salón de belleza es todavía una experiencia no exenta de cierta incomodidad. A continuación presentamos algunos consejos para adaptar un establecimiento a una práctica en pleno auge.
Preparación del salón
Es importante valorar la decoración, ya que muchos salones de belleza se decoran inicialmente pensando en clientas femeninas. Los colores neutros y el minimalismo dan una sensación de modernidad y de espacio unisex. Además, visitar un salón lleno de mujeres puede ser una experiencia intimidante para algunos hombres, especialmente si hablamos de su primera depilación. Es fundamental formar al personal del centro para mostrar profesionalidad y transmitir comodidad a los clientes masculinos, tratándoles como a cualquier otro cliente.
La importancia de la información
Se debe llegar a la nueva clientela de manera efectiva, dando a conocer las posibilidades que se ofrecen y no asumiendo que los clientes sabrán exactamente lo que quieren o de qué alternativas de tratamiento disponen. Ofrecer una información detallada y clara en todo tipo de soportes (cartelería, folletos, página web, redes sociales, etc.) aumentará las posibilidades de éxito de cualquier salón. Además, hay que tener en cuenta que los hombres ofrecen habitualmente un perfil de cliente fiel, así que si se sienten bien tratados e informados se convertirán en fijos e incluso ejercerán de prescriptores del negocio.
Adaptar los precios y los materiales
La depilación masculina puede llevar más tiempo y esfuerzo que la femenina por un simple hecho de tamaño corporal y volumen y grosor del vello, algo que se debe reflejar en las tarifas. Los materiales necesarios también deben adaptarse a estas características, ya que no todos ofrecerán la misma eficacia. En este aspecto es importante experimentar con diferentes suministradores hasta dar con el que ofrezca una mejor experiencia de uso, tanto para el profesional como para el cliente.