¿Quién no ha se ha quedado alguna vez con las ganas de comprarse algún abalorio por culpa de la alergia? Más de una tenemos presente las rojeces, picores y molestos granitos que aparecen tras el uso de algún pendiente, pulsera o collar de bisutería. Esta situación es más corriente de lo que parece y afecta al 30% de las españolas. Así lo aseguran desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). En este sentido, la organización ha efectuado un estudio conjunto con otros especialistas españoles en el que se estudiaron diversos pendientes adquiridos en diferentes establecimientos. La investigación dejó claro que los objetos de joyería comprados en mercadillos no cumplen la normativa. Los compradores se exponen al níquel. Además, el uso de pendientes desde la infancia genera la mayor parte de los casos de intolerancia a la bisutería, según el doctor Juan García Gavín, de la AEDV.
Estas alergias son más habituales en las mujeres que en los hombres. El porqué de este alto porcentaje de alérgicas se debe a que el níquel se suele disolver en la humedad y forma sales.Estas dermatitis alérgicas de contacto se producen cuando el sistema inmunológico reacciona -con eczemas y posteriormente ampollas- cuando la piel entra en contacto con algunas sustancias. Por ejemplo, los metales. Aunque se puede dar una reacción alérgica a varios tipos de metal, la mayoría de las personas reaccionan ante el níquel.
Estas alergias son más habituales en las mujeres que en los hombres. El porqué de este alto porcentaje de alérgicas se debe a que el níquel se suele disolver en la humedad y forma sales.
Cuando alguien que usa joyas con níquel se baña, lava las manos o suda, se desprenden sales que irritan la piel. El contacto continuo con el níquel puede debilitar las defensas naturales del organismo.
La alergia a las fragancias es la segunda causa de dermatitis alérgica
En este caso, se producen alergias que causan eczemas crónicos, difíciles de tratar. Estas alteraciones pueden afectar la vida diaria de la persona, ya que se deben a sustancias con perfume incluidas en todo tipo de productos de uso diario (de higiene, cosméticos y de uso doméstico).
Otras dermatitis alérgicas se deben a sustancias de origen laboral -resinas, epoxi, melamina, aceites de corte, isocianatos o disolventes- y tintes capilares, sobre todo en la población femenina. Hoy en día, existen tintes sin parafenilendiamina base, indicados para las personas alérgicas.
La metilisotiazolinona, un alérgeno presente en numerosos productos
Se trata del alérgeno más importante de los últimos dos años. Este conservante se emplea en numerosos cosméticos, productos de bricolaje, barnices, pinturas o pegamentos. Hace cinco años se tuvo constancia de los primeros casos de alergia de esta sustancia en cosméticos. La mayoría de los pacientes tenían lesiones -ronchas, picor, etc.- perianales o en manos y tronco por el uso de toallitas húmedas. Los casos de alergia por esta sustancia han aumentado en los últimos años.
Con respecto al tratamiento más eficaz, lo ideal es evitar el contacto con las sustancias que provocan la alergia. Los expertos recomiendan pruebas epicutáneas para corroborar o descartar posibles alergias.